Fiesta, caravana y lágrimas de emoción. El Club Sportivo Villa Ibáñez logró el ascenso a Primera División después de buscarlo por años y fue de la mejor manera: con un plantel fuerte, con ideas claras y hambriento de gloria. Por primera vez en su rica historia y tras un campeonato que todavía le quedan fechas pendientes, logró consagrarse y dar el paso a la máxima categoría del fútbol sanjuanino. El sabor de la gloria llegó ¡después de 82 años!
El club, ubicado a 31,4 km de la ciudad de San Juan y sobre la misma calle que lleva su nombre, marcó un antes y un después este domingo tras quedarse con el primer ascenso a la categoría máxima del fútbol local. El elenco ullunero, que viste el azul y amarillo en su camiseta, sacó a relucir su historia y se bañaron de gloria mucho antes del final de campeonato.
Las cosas se fueron dando solas. No solo bastaron los buenos resultados y el mantenerse en búsqueda del objetivo, sino que después de sacarse la tarea de encima y ganarle a Pumas el sábado, tenía que sentarse a esperar y rezar para que se dieran algunos otros: el empate entre Del Bono-Recabarren lo posicionaron en el trono del campeonato.
El equipo de Mariano "Petinato" Núñez marcan un invicto de 39 partidos, con un total de 484 días sin perder: a lo que serían 25 duelos disputados, de los cuales ganó 24 y empató uno. Números que asustan, y que demuestran el nivel y la solidez de un equipo que nunca dejó de soñar.
La última vez que Villa Ibañez cayó durante el tiempo reglamentario fue el 8 de junio de 2024, ante Recabarren. Después, ni el destino ni los penales pudieron frenar al conjunto ullunero.
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