Racing de Córdoba sorprendió en el mercado de pases rumbo a la Primera Nacional al cerrar la llegada de Gaspar Iñíguez, un mediocampista de recorrido internacional que busca, una vez más, empezar de cero. El ex Argentinos Juniors, recordado por su explosión en las juveniles de la Selección Argentina y por su particular valentía dentro de la cancha, asumió el desafío después de un año tan intenso como irregular.
El volante desembarca en Córdoba tras un paso breve y accidentado por Newell’s. Había recalado en la Lepra durante el Apertura 2025 por pedido directo de Cristian Fabbiani, quien veía en él a un jugador capaz de marcar diferencias. Pero la realidad lo obligó a poner pausa: una extensa puesta a punto, un cambio físico monumental -¡bajó 22 kilos!- y la necesidad de recuperar ritmo lo tuvieron a contrarreloj. Recién pudo estrenarse en el Clausura, donde sumó minutos ante Defensa y Justicia, Boca y un breve ingreso frente a Argentinos, dejando chispazos de ese talento que todavía asoma.
Fabbiani lo bancó siempre. “Va a ser uno de los mejores del fútbol argentino”, llegó a decir el Ogro, que lo conocía de sus pasos por Deportivo Merlo y Riestra. Pero la salida del entrenador y la llegada de Lucas Bernardi terminaron por modificar los planes: Iñíguez quedó relegado y la rescisión fue inevitable.
Así, Racing aparece como una nueva oportunidad para un jugador que vivió de todo. Desde aquel episodio temerario de 2013, cuando se tiró a trabar con la cabeza contra Boca y terminó perdiendo tres dientes, hasta un recorrido que lo llevó por Udinese, Granada, Carpi, Veracruz, Coquimbo Unido y San Marcos. Un currículum que refleja tanto carácter como resiliencia.
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Sin continuidad desde septiembre de 2024 -salvo sus escasos minutos en Newell’s-, el mediocampista de 31 años intenta recuperar la versión que lo llevó a Europa y que alguna vez lo apuntó como una de las grandes promesas del fútbol argentino. En Córdoba lo esperan con los brazos abiertos y la ilusión intacta.