Después de casi cinco horas arriba de su bicicleta, Nicolás Tivani no para. Toca el podio y la conferencia de prensa. Después de cumplir con todo, se dirige al box del equipo italiano Corratec. Antes de eso, el reencuentro con la mujer que más cree en él.
Estela, mamá del joven ciclista pocitano (también es mamá de Gerardo Tivani, pedalero de la Agrupación Virgen de Fatima), lo espera y abraza como en cada carrera y etapa finalizada. Esta vez tiene un gustito especial, porque será una de las pocas veces en la semana que podrá cruzar apenas dos palabras con él: después de la Vuelta a San Juan, Nico vuela hacia Europa con su equipo.
El ciclista y su mamá se funden en un abrazo que dura pocos segundos. El auto de su equipo está en marcha y hay que volver pronto a la ciudad, a pesar de que este jueves toca jornada libre. El viernes habrá etapa "reina", el ascenso al Colorado, y la promesa sanjuanina tiene que descansar, recuperarse.
Nico se metió séptimo en la cuarta etapa y quedó quinto en la general, transformándose en el mejor sanjuanino.
Mientras se sube al auto, Tivani reflexiona sobre la dura etapa, en realidad, sobre el apoyo que recibe a la vera de la ruta: "Estamos bien que es lo importante. Sinceramente el cariño de la gente es muy lindo. Estoy disfrutando mucho de estos días en San Juan. Es muy emocionante ver a tanta gente que esté pendiente de mí".
Para cerrar, tira una frase un poco "gallardista" pero que viene de un campeón del mundo: Lionel Scaloni. "Como dijo él, 'nosotros no tenemos que dejar de creer'. Faltan tres etapas y le digo a la gente que no deje de creer", expresa el sanjuanino.