Si en la ida había quedado una sensación de que Racing se había llevado un vuelto de más de la ventanilla, anoche pagó lo que debía y dejó propina. Si hubo incertidumbre hasta casi el final, fue por Marchiori y las chances perdidas de la Academia. También por el espíritu competitivo de Vélez, su terquedad por seguir peleando aún en la inferioridad (de plantel y de variantes, sobre todo). Pero en el mano quedó claro quién pasó y por qué.
Tácticamente impecable, la idea de juego de Costas fue un pleno: línea de cuatro mediocampistas, más Sosa como back up. Bien ancho de bandas, tenía piernas disponibles para presionar a Vélez, y la línea de fondo atenta para achicar espacios sobre los tres puntas de Guillermo. La Academia ahogó a lo FMI la salida del Fortín, y cuando tenía la pelota soltaba a Conechny por izquierda, a Mura por derecha, para acompañar a Maravilla, siempre saltando líneas para meter a Vélez contra Marchiori.
Al Fortín le faltaba un volante más para equilibrar la pelea numérica en el medio, pero para Guillermo era difícil sacrificar a los ligeritos, porque es lo mejor que tiene. Así no le quedó otra que salirse del libreto y aguantar y mantenerse cerca en el marcador. Porque un gol era lapidario para sus aspiraciones de clasificar.
Por eso la enorme figura de Marchiori para sostener el cero propio. Tuvo cuatro apariciones decisivas casi consecutivas: un zurdazo de Almendra que sacó con un manotazo, y dos cabezazos a Solari y a Pardo.
En término de dominio y generación de situaciones, era una goleada sin goles, con sucesivas chances desperdiciadas por Racing contra ninguna situación de gol de Vélez en todo el PT: Solari al palo, Solari mano a mano, Almendra otra vez afuera, Conechny de cabeza y también desperdiciada. Será que no le quedó ninguna a Maravilla...
Guillermo corrigió posturas, más allá de los cambios (nombre por nombre) para el segundo tiempo. Lo más sustancial, paró al equipo más arriba, combatió más en el medio y focalizó el juego por los costados. Racing, también, sintió el precio del esfuerzo estéril de generar mucho y no conseguir nada,e instintivamente cambió el aire y se tiró atrás..
Así, al menos Vélez se aproximó con dos llegadas de Santos (no logró llenar los zapatos de Brian Romero), pero a Racing le quedaba la contra, y casi factura con un enganche de Maravilla que volvió a sacar Marchiori (el línea cobró offside, pero era para discutirla en el VAR).
Y después, el drama. La volea de Machuca que a Cambeses se le escurre y que logra salvar de milagro acaso haya sido una especie de señal, como lo fue el gol anulado a Vélez en la ida, por el tecnicismo de una pelota de córner que salió. Pero el partido se abrió de par en par, porque Racing nunca metió la cola atrás. El cabezazo de Sosa en el palo, la vergüenza de Vélez para ir a buscarlo igual... y al final el gol gana fue de Racing, en ese desborde de Rojas y la arremetida de Solari, de los mejores de la cancha. El festejo de Costas en comunión con la gente marca lo histórico del triunfo, y también lo que costó. Racing a semis y que siga la fiesta.
Así fue el gol de Racing, para el 2-0 global y pasaje a semi de la Copa Libertadores:
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