Los disturbios ocasionados en medio de un asado que concentró a los referentes de la hincha, en las instalaciones del club, fue la gota que rebalsó el vaso para los dirigentes de Sportivo Desamparados. En una decisión polémica e inédita, la dirigencia decidió cerrar la popular del estadio José Eduardo Nehín a raíz de ese y otros hechos de violencia que involucra a los hinchas. Esta medida se aplicó este domingo, en el choque con Juventud Zondina, y podría mantenerse para los próximos duelos.
"Qué triste que se vio nuestra cancha ayer. Qué duro es ser empujado a tener que tomar estas decisiones. Las cosas han llegado a un extremo insostenible. Ya no solo debemos garantizar a nuestros socios e hinchas que Desamparados es un lugar lindo y seguro para venir a alentar y disfrutar en familia de nuestras pasiones. Ahora también tenemos el desafío de salir a poner el pecho por los vecinos, para darles la garantías de que pueden vivir tranquilos en su barrio y que el club no constituye un peligro para ellos, que no ampara delincuentes ni apaña vándalos", expresó en un comunicado Augusto Pérez Garro, presidente de Desamparados.
La decisión de inhabilitar el sector que concentra al grueso de los hinchas es en respuesta a los últimos disturbios que hubo en el club. En mayo pasado, la institución del barrio Patricias Sanjuaninas fue sancionada a jugar tres partidos a puertas cerradas después de que un grupo de hinchas atacó a pedradas, en pleno partido, a jugadores de Del Bono (al menos dos futbolistas tuvieron que ser asistidos por el personal médico). Después, en un partido contra Atenas de Pocito, el arquero visitante también terminó siendo agredido por simpatizantes.
El último polémico episodio se dio el día que Desamparados cumplió 104 años, cuando un grupo de fanáticos se reunió en las instalaciones del club para festejar la fecha importante. Pero la reunión, en la que había asado de por medio, no terminó del todo bien y se generaron disturbios que terminaron afectando a los vecinos. "Es muy triste, pero hemos llegado al extremo de no poder garantizar a los jugadores de otros clubes que en Desamparados serán tratados como nosotros queremos que traten a los nuestros en sus clubes. Que los dirigentes que laburamos todos los días en el club vivamos con la incertidumbre de no saber si vamos a poder pagar los sueldos por unos ineptos que vienen cada 15 días a hacer daño. No podemos ir así a un Regional", se lee en el comunicado.
Hubo reunión con los líderes de la popular por estos episodios pero no hubo consenso. Según pudo averiguar Tiempo de San Juan, la barra solicitó 300 entradas sin costo alguno para "controlar" el sector pero desde la dirigencia se negaron a este pedido. Tampoco hubo predisposición para identificar a los involucrados en las agresiones a los jugadores y robo a los vecinos. "Como no me dejo extorsionar, cierro la popular", se limitó a decir el presidente del club ante la consulta de Tiempo de San Juan.