El increíble hecho de violencia entre hinchas en el partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y la Universidad de Chile, dejó 10 heridos y más de 300 detenidos, según informan medios nacionales. El encuentro que se desarrolló durante la noche de este miércoles en Avellaneda fue cancelado tras la batalla campal por decisión de la Conmebol, que culpó a las autoridades de Independiente por la falta de seguridad.
Una de las batallas más brutales que se hayan visto en los últimos años en una cancha de fútbol comenzó cuando seguidores de la U. de Chile, ubicados en la tribuna alta le sacaron una bandera al local y, luego, comenzaron a arrojar proyectiles como palos, botellas y butacas hacia los hinchas de Independiente que se encontraban en la parte baja, lo que desató una feroz respuesta de la barra local.
Para ese entonces, el partido, que hasta allí había transcurrido con normalidad, contaba los 2 minutos del segundo tiempo y se prometía una reanudación una vez se vayan los chilenos por decisión propia. Esto, luego de que la voz del estadio ordenara a los visitantes que se retiren de la tribuna y amenazó con posibles sanciones.
Embed - Tiempo de San Juan on Instagram: "¡Un infierno! Tremendo enfrentamiento entre barras de Independiente e hinchas de la U de Chile En el transcurso del duelo entre Independiente y la Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana, un grupo de hinchas del conjunto visitante, ubicados en la Tribuna Pavoni Alta, arrancaron, prendieron fuego y lanzaron butacas, bombas de estruendo y botellas a los simpatizantes locales, situados en la parte baja. El enfrentamiento se fue de las manos cuando un grupo de fanáticos del Rojo ingresó y acorraló a los visitantes en lo más alto de la tribuna. Los golpearon con fierros y uno de ellos se lanzó de las alturas para escapar. Todos los detalles en @tiempodesanjuan #barras #disturbios #sanjuan #tiempodesanjuan"
Sin embargo, la contienda continuó y fue escalando en violencia. La barra de Independiente asaltó la popular visitante, golpeó a mansalva a los chilenos que quedaban, algunos fueron apuñalados y uno, acorralado, se tiró (o lo tiraron) al vacío. En principio, según informaron fuentes oficiales al medio TyC Sports, la pelea dejó diez heridos, algunos muy graves. La Policía entró a la tribuna detuvo a más de 300 detenidos, siguiendo la información del mismo medio.
Ante la situación, la Conmebol oficializó la suspensión apuntando a la "falta de garantías de seguridad por parte de Independiente". Al mismo tiempo, derivó el caso a su tribunal de disciplina. Por su parte, el presidente del club de Avellaneda, Néstor Grindetti, calificó el comportamiento de los hinchas chilenos como "repudiable" y denunció que "destrozaron los baños".
Desde Chile, el mandamás de la U, Michael Clark, aseguró que "el fútbol ahora pasa a un segundo plano". A la polémica se sumó el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien culpó tanto a la "violencia en las barras" como a la "evidente irresponsabilidad en la organización" y ordenó a su embajador asistir a los heridos.
El partido fue suspendido cuando el marcador estaba 1-1. Con la cancelación oficial, el futuro de la serie y las duras sanciones que recibirán los clubes quedan en manos del tribunal disciplinario de la Conmebol.
Fuente: TyC Sports / NA