A menos de tres semanas para el decisivo choque entre River y Flamengo, la Conmebol confirmó al Estadio Monumental de Lima (Perú) como sede. La gran final se disputará, tal cual se había anunciado en un principio, el sábado 23 de noviembre.
Esta drástica decisión de cambiar de estadio fue tomada a raíz de las manifestaciones que se desataron los últimos días en Chile, país que iba a albergar el evento. El acuerdo se hizo público tras una reunión que duró casi cinco horas y se llevó a cabo en la Confederación Sudamericana en Luque, donde estuvo Rodolfo D’Onofrio
En la previa se habían barajado otras tres opciones como posibles variantes: se habló de trasladar la final a Asunción y hasta a Miami. Finalmente triunfó el estadio peruano, que tiene espacio para casi 80 mil espectadores.