En cuatro años en el arbitraje sanjuanino, Pablo Vargas dice que jamás le tocó vivir una situación como la que está atravesando ahora. El referí quedó en el ojo de la tormenta tras las acusaciones, vía Facebook, de dirigentes del club Villa Etelvina de Caucete y Peñaflor de San Martín. De acuerdo a lo que contaron en su muro, el juez se habría presentado en aparente estado de ebriedad a dirigir el encuentro que fiscaliza la Liga Caucetera de Fútbol. Ahora quien salió a hablar fue el árbitro, quien se defendió y contó su versión de los hechos.
"Fui a dirigir en la mañana a las inferiores y después en la tarde pasó lo que pasó. Es mentira, no tomé. Me molesto la actitud de ellos al decir eso, no sé a qué quieren llegar", comentó Vargas a Tiempo de San Juan.
Según el árbitro, todo ocurrió cuando estaba anotando los nombres de los jugadores y cuerpo técnico en la planilla. Fue entonces cuando, según él, llegó el DT del club Peñaflor y le comunicó que no podía dirigir: "No quisieron jugar y no tengo ni idea por qué. Me sorprendió como a todos, pero ellos no quisieron jugar. Me dijeron que no podía dirigir, entonces fuimos a la Comisaría a asentar lo que había pasado".
Ahora el Tribunal de Penas dirá este jueves qué pasará con el árbitro Vargas, mientras tanto el referí sostiene su inocencia: "Es mentira todo, no estuve bebiendo. Pero estoy tranquilo y esperando la resolución del Tribunal".