La lesión de Lionel Messi ("una rotura muscular en el
aductor derecho”, de acuerdo con el parte oficial del Barcelona) excede el
carácter de su condición oficial y de las tres semanas de plazo establecido
para su recuperación. Sobre todo por una cuestión: la pubialgia que antecede al
actual diagnóstico es una incomodidad a cada paso para cualquier deportista de
élite que la padezca. Incluso, una solución posible puede ser una operación,
según le explicaron a Clarín los especialistas consultados.
En principio, para la lesión muscular sufrida ante el
Atlético de Madrid, Messi tendrá una primera semana de reposo total y luego
continuarán 10 días de trabajo de readaptación. De todos modos, la pubialgia
continuará ahí, molestando. Como hasta el mismo Luis Enrique comentó: "Es una
molestia complicada, que sigue ahí. Es difícil de protegerlo con descanso
considerando este calendario”.
Después de esta recuperación, hay un escenario posible: que
Messi consigue doblegar -como atleta, como mago de este deporte- a la
dificultad de fondo, la pubialgia. En caso contrario, sucederá el Plan B menos
deseado: la operación. El problema principal se mide en tiempo: tres o cuatro
meses de recuperación luego de la intervención. Eso, en el lenguaje del
Barcelona y de la Selección es que se pierde casi toda la temporada. ¿Alguien
se animará a prescindir del crack rosarino?
Fernando Crespo, kinesiólogo de San Lorenzo, le explicó a
Clarín, cuáles son las consecuencias de arrastre: "La pubialgia genera dolores.
Y eso puede provocar que no se utilice la zona del modo correcto y compensar
fuerza de otra manera. Pero no siempre existe relación directa entre la
pubialgia y el desgarro del aductor. Pero sí esa dolencia resulta un problema
que complica el normal desempeño del futbolista”. En eso anda Messi. Con una
lesión muscular de la que se recuperará en tres semanas. Pero sobre todo con
una maldita pubialgia que tanto se parece a un fantasma omnipresente.