El partido entre Peñarol y Alianza terminó en escándalo. Todo arrancó cuando la actitud del brasilero Roberval, quien le tiró una botella de agua a dos niños que estaban cerca del alambrado, desató la furia de los hinchas bohemios.
Uno de los que también explotó fue el DT Cobarrubia, quien se acercó al delantero del Lechuzo y le propinó una piña. Cuerpo técnico y jugadores de ambos equipos intercedieron para separar a ambas partes.
Pero los incidentes no terminaron allí. En el vestuario se escuchaban gritos, parecía una verdadera batalla campal. Afuera, los hinchas del conjunto local eran apabullados con balas de gomas.
El tenso momento obligó a que se sumaran refuerzos policiales para que el equipo visitante pudiese salir con tranquilidad.