La fruta fresca es uno de los alimentos más consumidos en el día a día, pero pocos logran mantenerla en buen estado por más tiempo. Desde manzanas que se ponen blandas hasta fresas que se llenan de moho en cuestión de días, la pérdida de frutas es un problema habitual en muchos hogares. Por suerte, existen trucos caseros simples y efectivos para prolongar su frescura y evitar desperdicios innecesarios.
1. Lava la fruta correctamente
Aunque parezca básico, lavar la fruta antes de guardarla puede ayudar a eliminar bacterias y restos de pesticidas que aceleran su descomposición. Sin embargo, es importante secarla completamente antes de guardarla, ya que la humedad favorece la aparición de moho.
2. Separa las frutas según su tipo
Algunas frutas producen etileno, un gas que acelera la maduración de otras frutas cercanas. Por ejemplo, plátanos y manzanas liberan etileno, así que lo ideal es mantenerlos separados de fresas, uvas y frutos rojos para prolongar su frescura.
3. Guarda la fruta en lugares adecuados
Cada fruta tiene su lugar ideal de almacenamiento. Mientras que las manzanas y peras se conservan mejor en la heladera, otras como los plátanos o los mangos deben permanecer a temperatura ambiente hasta que maduren. Guardarlas en bolsas de tela o recipientes ventilados también ayuda a reducir la humedad acumulada.
4. Usa papel absorbente o bolsas especiales
Colocar un trozo de papel absorbente en la heladera junto a frutas como fresas o frambuesas ayuda a absorber el exceso de humedad, evitando que se pudran rápidamente. También existen bolsas especiales para frutas y verduras que regulan la humedad y prolongan su vida útil.
5. Congela la fruta sobrante
Si tienes frutas que no vas a consumir en los próximos días, congelarlas es una excelente opción. Solo necesitas lavarlas, cortarlas en trozos y guardarlas en recipientes herméticos. Esta técnica es ideal para preparar licuados, postres o jugos sin desperdiciar nada.
Con estos trucos caseros para conservar la fruta, se puede reducir significativamente el desperdicio y ahorrar dinero en el hogar. Mantener frutas frescas más tiempo no solo mejora la alimentación diaria, sino que también contribuye a un consumo más responsable y sostenible.