Este 14 de junio vence el plazo establecido en el cronograma electoral para la presentación de alianzas, de cara a las PASO de agosto. Con la inminencia del plazo, las reuniones entre dirigente del Frente de Todos se van calentando, en la previa de la construcción de un escenario en el que la voz cantante la lleva el gobernador de Formosa Gildo Insfran, a quien l congreso partidario del PJ le entregó “la lapicera”.
En sintonía con el reclamo de los gobernadores peronistas, Insfrán brega por una lista de unidad que acerque posiciones entre el kirchnerismo, que probablemente lleve a Wado de Pedro como precandidato presidencial, y Daniel Scioli, quien se encuentra lanzado a la carrera por motus propio.
El ex gobernador de Buenos Aires declaró, hace unos días, que no es el candidato del albertismo: “Ya soy grande para ser el candidato de alguien”, recalcó.
El apoderado de la lista de Daniel Scioli es el actual ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, con quien Insfrán se reuniría en las últimas horas de este martes.
Si el PJ, a través de Insfrán, no le habilita la PASO, Daniel Scioli, pese a “no ser el candidato de nadie”, podría utilizar el partido del presidente Alberto Fernández, llamado “Parte”, que integra el Frente de Todos.
Para una u otra hipótesis, Scioli está dedicado en las últimas horas a hacer circular la “ambulancia”, para recoger a los antikirchnerista heridos por quedar afuera de los armados.
Otro de los temas que se deberán tratar es el nombre de la alianza electoral, descartada prácticamente que se llame Frente de Todos, una marca que la mayoría de los dirigentes consideran “gastada”.
El peor escenario
Entre tantas dudas habría una certeza. Dirigentes de los tres sectores (albertismo, kirchnerismo, y massismo) señalaron que es casi imposible que, a última hora, se dé el “peor escenario posible”.
Este escenario estaría fundado en una teoría que, afirman, circuló en el Instituto Patria, el think thank kirchnerista.
La idea, que entusiasmaba a muchos allegados a Cristina Kirchner, era formar una alianza llamada Unidad Renovadora, alquimia entre Unidad Ciudadana y Frente Renovador, en la que confluyan el kirchnerismo y el massismo, dejándole el frente de Todos a los leales de Alberto Fernández, “para que se queden con sus 5 puntos”, dispararon.
Dos instancias podrían ser causas del cisma: que no se llegue a un acuerdo entre lista de unidad o PASO, y que no se establezca, a satisfacción de todos, los pisos electorales que cada sector debería sacar sostener en una PASO para acceder al reparto de cargos posteriores.