En época de Pascua una gran cantidad de personas de todo el país llegan a la Difunta Correa, algunos para conocerla, pero en otros casos se tratan de promesas y agradecimientos.
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SUSCRIBITEEn época de Pascua una gran cantidad de personas de todo el país llegan a la Difunta Correa, algunos para conocerla, pero en otros casos se tratan de promesas y agradecimientos.
Historias de gente que posee problemas personales o de salud de un ser querido, o que quieren agradecerle a la Difunta, se viven en este Viernes Santo. Y se expresan en la clásica subida a las Escalinatas, de rodillas, o con alguna imagen en el lugar como recuerdo.
Tiempo de San Juan habló con cuatro personas que contaron el motivo por el cual habían llegado hasta este lugar ubicado en la localidad de Vallecito, Caucete.
UNA MENDOCINA DEVOTA
Sandra Maturano tiene 50 años, y por primera vez llegó hasta el Santuario con su familia. "Ella (por la Difunta) me cumplió algo que le pedí, un problema personal que me ocurrió en octubre", dijo a este medio mientras descansaba unos instantes ya que subió las escalinatas de rodillas.
"Es la primera vez que subo y que también pido. Además voy a agradecerle", contó. Si bien no quiso detallar cuál fue el problema que su Santa le ayudó a resolver, Sandra confesó que antes no era creyente hasta que las cosas cambiaron.
"La verdad que yo no creía en ella pero mi hijo vino a hacer una promesa con mi nuera; él subió de espaldas y ella de rodillas; y me dijo 'mamá pedile que ella te va a cumplir' y me cumplió. Así que ahora le volvieron a pedir", relató la mendocina.
DE SAN LUIS, UN CREYENTE
Franco Torres es un joven puntano que llegó acompañado de su familia como parte de una promesa, explicó. En la misma mañana de Viernes Santo subió de rodillas dos veces la gran Escalinata.
"Problemas familiares" se limitó a decir el devoto, quien no quiso dar detalles de lo que le había ocurrido, pero explicó que "yo soy muy creyente de ella, la vez que le he pedido siempre me ha cumplido y por eso siempre vuelvo, creo mucho en ella".
Como ya ha visitado varias veces el Santuario, en esta ocasión dijo que "he cumplido un par de promesas que hice y vengo a agradecerle".
DE CÓRDOBA A SAN JUAN CON TÍTULO COMO DOCENTE EN MANO
Luciana Oviedo y Julieta Contrera son oriundas de Villa Dolores. Llegaron hasta este lugar con la madre de Julieta, Julia Cofre, para agradecer.
"Hicimos la licenciatura en la Universidad Nacional de Santiago del Estero y venimos a cumplir nuestra promesa de traerle el título de Licenciada en Educación Inicial. Cada una le trajo su copia y la dejamos en los cuartos de los títulos universitarios, esa era nuestra promesa por cumplir", dijo una de las jóvenes a este medio.
Ya vinieron a la Difunta Correa en otras ocasiones explicaron. Y ahora vuelven para agradecerle y pedirle por trabajo, comentó una de las licenciadas. "Particularmente yo le he pedido por trabajo, en la educación es muy difícil ingresar", dijo.
Además a Luciana la une una historia de muchos años con este Santuario. "Mi mamá sabía venir con mi hermano que era discapacitado y por eso desde chiquita soy devota. La primera vez que vine fue en 2019. Cada vez que le pido algo a la Difunta me lo cumple", reflexionó.
Incluso las tres se quedaron asombradas por ver la cantidad de devotos, que crece cada año. "Es la primera vez que vengo en Semana Santa y la verdad me sorprende la cantidad de gente que hay". Por su parte, la madre de una de las docentes dijo que "es un tiempo de pedir trabajo y salud" ya que vienen de tiempos complicados por la pandemia del coronavirus.
POR SU MARIDO, SU FAMILIA, GRACIAS A LA DIFUNTA
Alicia Gómez llegó al Santuario desde la localidad de Guaymallén, Mendoza. Lo hizo acompañada de su marido, Adrián, y su hija, Maira. Esta mujer fue una de las personas que subió la gran Escalinata de rodillas para agradecer que su compañero de vida hoy esté en buen estado de salud.
Mientras ella subía, Adrián dijo a este medio que son devotos de la Difunta hace muchos años. "Ella (por su mujer) está cumpliendo una promesa por una enfermedad que tuve y afortunadamente ya salimos de esa situación. Le pedimos el año pasado por mi salud y por la pandemia del coronavirus no se pudo cumplir en su momento la promesa".
Sin dar más detalles del problema que afrontaron, Alicia subía los escalones mientras su marido e hija estaban a su lado asistiéndola. Creyentes y devotos, contó que "siempre le piden" a la Difunta y que esto es "una cuestión de fe más que nada". Luego de cumplir la promesa regresaban a la vecina provincia.
Mirá en video parte de lo que se vivió en el Santuario.
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