El 9 de diciembre César Gómez trabajaba uno de sus últimos sábados haciendo el mantenimiento del mítico Colegio Don Bosco y sufrió un golpe en su rodilla. El hombre apenas sintió un poco de dolor y vio dos puntos en la piel. No le dio importancia, siguió su día y luego se fue a su casa, a disfrutar del fin de semana.
El lunes el dolor y la molestia le ganaron, tuvo que decir lo que le había pasado e ir a que lo controlaran. El jueves 14 lo internaron, porque la infección no cedía y así comenzó el calvario para este hombre, que hasta la fecha, a un mes de su accidente, todavía sigue internado, sufriendo de una sepsis que avanzó hasta la cadera y por la que deberán realizarle un injerto de piel.
Las últimas vacaciones de César comenzaron en el Hospital y seguirán así a menos que reciba ayuda urgente de al menos 3 o 4 donantes de sangre. Su familia ha agotado todas las opciones y es crucial para que le realicen el injerto de piel que le ayudará a recuperar su pierna que se sigan presentando voluntarios. Los grupos y factores requeridos son A- y O-.
Una de las hijas de César explicó que incluso han pedido por grupos de compra y venta, en la desesperación por poder encontrar la sangre lo más pronto posible, pero que allí la “viveza” de la gente les jugó una mala pasada. Es que si bien ofrecieron dar una ayuda económica, les exigieron hasta $5000 por la sangre.
Si querés ayudar a César, hacelo presentándote en hemoterapia del Hospital Privado y explicá que la donación es para él.