Unos 130 voluntarios cuidan enfermos terminales, personas en soledad, y se necesitan más colaboradores
Si bien una de sus obras- La Casa de la Bondad-, está cerrada desde hace dos años, siguen trabajando para ayudar a quienes lo necesitan. Los voluntarios ofrecen desinteresadamente 3 horas por semana para llevar compañía a enfermos terminales y a personas sin familia o abandonadas.
Miguel llegó a la Fundación Manos Abiertas como un ser sin nombre y con pocas posibilidades de vida. Fue estimulado y asistido con muchísimo cariño por los voluntarios que pasaron durante los 7 años que vivió allí. Luego la casa de esta Fundación debió cerrar sus puertas por cuestiones netamente económicas y Miguel fue trasladado al Hospital hasta que consiguieron un lugar en la Casa de la Bondad de Córdoba. Allí sigue acompañado por personas que le prodigan los mismos cuidados y amorosidad. Desde aquel entonces pasaron 9 años y ese amor le permite seguir viviendo y en contacto con los voluntarios sanjuaninos a través de video llamadas. Curiosamente él no puede hablar, pero con sonrisas o lágrimas de emoción responde a quienes le siguen brindando tanto afecto a la distancia.
Este es apenas un pedacito de las cientos de historias que cuentan las personas que forman parte de esta entidad ya sea en cuidados de enfermos terminales en el Hospital, en el grupo Madre Teresa de Calcuta que se encarga de acompañar a personas que padecen soledad; en el Centro educativo San Ignacio que funciona en Caucete; o en lo que fue La Casa de la Bondad.
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La Fundación Manos Abiertas está en San Juan hace más de 20 años. Empezó con una obra que se llamaba Talita Kum (frase bíblica que indica: “Niña, a ti te digo, levántate”), dedicada a cuidar personas con problemas motrices, y que si bien duró poco tiempo, dio paso a la Casa de la Bondad, que estuvo abocada al cuidado de enfermos terminales. Por ahora permanece cerrada, pero con las esperanzas puestas en 2026, tras haber firmado un convenio de cooperación con el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia. Habrá que esperar.
En paralelo hace 7 años, se puso en marcha la misión “Madre Teresa de Calcuta”, que acompaña a quienes padecen soledad. “Son voluntarios que van a la casa de las personas o a los geriátricos para acompañar a quien lo necesita, ya sea leyendo, charlando, o alguna otra actividad. Es una obra preciosa y muy silenciosa que ya se ha replicado en Albardón y en Caucete”, cuenta Silvina Dibella, presidente de Manos Abiertas.
Actualmente en la provincia hay alrededor de 130 voluntarios para las diferentes acciones que llevan adelante, y lógicamente que necesitan más ayuda. Así es que cualquier persona mayor de edad que quiera sumarse puede tomar contacto al 264 628 6429, o al IG @manosabiertas.sanjuan. Allí se le informará cuando serán los próximos cursos preparatorios para la misión que esté dispuesta a cumplir y que sólo demanda 3 horas semanales.
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La misión más reciente –creada hace 3 años-, es el Centro Educativo San Ignacio que funciona en un galpón de Villa Dolores en Caucete donde los voluntarios de ese departamento asisten a chicos de nivel primario y secundario todos los sábados por la mañana.
La mamá de uno de los alumnos asistidos contó que “ha sido una alegría ver que mi hija pudo aprobar las materias, sobre todo en las que tenía mucha dificultad gracias al trabajo de los voluntarios durante todo el año”.
A esto se suma la asistencia a tres residencias de la Dirección de la Niñez. “Allí los voluntarios ingresan a dar apoyo escolar a chicos que están separados de su familia por razones que el juez determina. Ellos nos esperan con mucha alegría los días que nos toca ir porque, en definitiva, no es sólo apoyo escolar, es brindar el corazón. Nuestras obras tienen una misión concreta, cada una de ellas cuida distintas vulnerabilidades, ya sea la soledad, el apoyo a los chicos o acompañando en el Hospital en cuidados paliativos a enfermos terminales, siempre con una presencia amorosa”, indica Silvana.
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Origen de la Fundación
Esta fundación nació en Buenos Aires hace 33 años de la mano del padre jesuita Ángel Rossi, actual obispo de Córdoba, motivo que no le permite seguir siendo el asesor espiritual. Ese lugar es ocupado ahora por el padre Fernando Cervera. Actualmente tiene presencia en 13 provincias y cuenta con más de 3 mil voluntarios en todo el país.
“Si bien tenemos un carisma jesuita, estamos abiertos a todo credo. Nuestros voluntarios pueden, o no, ser católicos, de hecho tenemos muchos voluntarios no católicos. Del mismo modo procedemos con quienes cuidamos, jamás preguntamos a qué religión pertenecen ni mucho menos. Simplemente nos basamos en pilares humanos de dos santos muy contemporáneos, que es la madre Teresa de Calcuta y Alberto Hurtado, que es cuidar a quien lo necesita”, aclara Dibella
Los voluntarios
Este año en San Juan se han realizado 11 talleres preparatorios para quienes quieren ingresar de voluntarios en alguna de las acciones que Manos Abiertas lleva adelante. Prácticamente lo único que hace falta es tener la voluntad y el amor necesario para acompañar a niños, adolescentes o personas en estado terminal o que estén solos.
El próximo taller se realizará en febrero o marzo en fecha a determinar.
“El padre Rossi dice que ser voluntario es un estilo de vida y es dejar de mirarse el pupo sólo por 3 horas semanales. Es disponer de ese poco tiempo en la semana para ir hacer algo al servicio de otro. Ese deseo nada más. No tenés que tener conocimientos de ningún tipo. Nuestro lema es amar y servir, manifestar ese amor que tenés hacia la humanidad”, agrega
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El ingreso demanda tres etapas. La primera es el Taller informativo, luego un taller técnico específico sobre la tarea que cada persona desea cumplir. La tercera y fundamental es el compromiso asumido ya que siempre habrá una persona esperando por su ayuda, y en caso de no poder asistir en alguna oportunidad debe avisar para su reemplazo. “En Manos Abiertas cuidamos mucho eso porque hay que pensar que vamos a acompañar a alguien”, dice la titular de la Fundación en San Juan.
Para sostener las obras en el tiempo no alcanza sólo con los voluntarios porque todo demanda un gasto. Precisamente para cubrir esos costos reciben donaciones de personas particulares y realizan actividades y eventos para recaudar fondos. También funciona una feria americana donde se vende ropa donada en muy buen estado. De hecho la última se realizó este martes 30 de diciembre en calle Mendoza antes de Comandante Cabot, y continuarán este año.
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Otra forma de obtener ingresos es con la venta de “tapitas” plásticas que venden a la empresa Bosque Urbano que fábrica “madera plástica ecológica” de alta resistencia. Son cerca de 50 colegios los que se han sumado a la campaña "Cada tapita Suma", en toda la provincia lo que ha permitido juntar 8.500 kilos de este plástico para su reutilización. También la minera Barrick entregó dos camiones de plástico para sumar a la campaña.
El trabajo de recolección, cada vez que una escuela avisa que “se llenó el tacho”, es realizado por un equipo de voluntades de Manos Abiertas.
Una obra que no para y que promete novedades para este año siempre con la premisa de tender una mano y el corazón a quienes lo necesitan.
Contacto
Quienes deseen sumarse como voluntarios, o para realizar donaciones, o avisar de casos que demanden asistencia a personas solas pueden comunicarse al