La muerte de Alma Uliarte Alfaro, la niña de 11 años que falleció el pasado 26 de noviembre tras ingresar al Hospital Rawson, derivó en la presentación de una denuncia penal por presunta mala praxis, impulsada por su familia, que sostiene que el cuadro de la menor no fue diagnosticado a tiempo y que esa situación habría derivado en su fallecimiento.
Según pudo confirmar este medio, la denuncia ya fue presentada ante la Justicia y ahora la causa quedó en manos del Ministerio Público Fiscal, más precisamente en manos de la UFI de Delitos Especiales, que deberá avanzar con las medidas de rigor para determinar si existieron responsabilidades penales por parte del personal médico interviniente.
Una fuente allegada a la parte denunciante explicó que en la presentación judicial “se hizo un relato exhaustivo de cómo sucedieron los hechos”, aunque aclaró que aún no hay certezas sobre si la causa llegará a formalizarse. “Ahora fiscalía tiene que actuar, tiene que secuestrar toda la historia clínica y toda la documentación que hay en el Hospital Rawson. También hay que pedir los informes del médico forense y, una vez que se reúna todo eso, se lo pasa a los médicos del Ministerio Público Fiscal, que son quienes realizan un informe técnico para acreditar si hay sospechas o no de mala praxis”, detalló.
De acuerdo con esa misma fuente, la secuencia de los hechos indica que la nena ingresó al hospital, su cuadro comenzó a empeorar progresivamente y falleció pasadas las 20 horas, luego de haber sufrido paros cardíacos mientras se encontraba internada en Terapia Intensiva Pediátrica. Además, adelantó que “cuando la fiscalía lo disponga, la abogada de la parte querellante se constituirá formalmente como tal dentro del expediente”.
El caso generó una fuerte conmoción pública desde que se conocieron los primeros detalles. Alma ingresó al Servicio de Urgencias con síntomas de vómitos y fiebre, acompañada por su abuela paterna. Según denunció su madre, Patricia Alfaro, la menor sufrió una descompensación dentro del hospital, habría sido asistida inicialmente por personal no sanitario y habría recibido un trato inadecuado por parte de algunos profesionales.
Las causas de la muerte también son motivo de controversia. Mientras que la autopsia inicial indicó una pericarditis restrictiva con falla cardíaca, desde el Hospital Rawson se informó posteriormente que los estudios confirmaron meningitis como causa del deceso. En paralelo, la defensa de la familia sostiene, en base a una pericia forense, que se trataría de una miocarditis, y denuncia contradicciones entre los informes médicos, por lo que solicitarán la intervención de un perito de parte.
Sostienen que hubo impericia por parte de los profesionales de la salud que atendieron a la menor, puesto que habría permanecido como mínimo 7 horas en el nosocomio sin un diagnóstico certero y sin la debida asistencia, lo que derivó en su muerte. En ese marco, los cañones apuntan hacia dos personas: la médica de guardia que la atendió y la enfermera que también intervino en su asistencia.
La investigación judicial continuará con la recolección de pruebas y peritajes médicos para esclarecer qué ocurrió durante la atención de la menor y si existieron fallas en el diagnóstico o en los tiempos de respuesta. Mientras tanto, la familia de Alma exige respuestas y justicia por la muerte de la niña.