El último 14 de marzo se conmemoró el Día Mundial de la Endometriosis, una enfermedad crónica que afecta a un importante número de mujeres durante la menstruación. Con el paso del tiempo y por las luchas impulsadas por quienes padecen dicha enfermedad, cada día se logra una mayor visibilidad y concientización, aunque los problemas sociales continúan. Sobre este hecho, Claudia González, referente de Endometriosis San Juan, contó las consecuencias sanitarias, burocráticas y laborarles de este grupo que sobrelleva el llamado “cáncer blanco”.
“Es una enfermedad crónica que no tiene cura, que daña nuestra calidad de vida y es muy invalidante”, le dijo en primer término González a Tiempo de San Juan. Además, señaló que hay días que no pueden levantarse de la cama. Por este motivo, se la denomina como el “cáncer blanco”.
Según relató la representante de la asociación provincial, la enfermedad comienza en mujeres que, durante el periodo de menstruación, producen gran cantidad de estrógeno. “Es una metástasis dentro de nuestro organismo. El endometrio es una capa interna del útero que, cuando estamos con nuestro periodo menstrual y tiene que salir todo, hace un efecto retrógrado y se forman coágulos. Allí se adhieren a esa capa y luego se dirige hacia las trompas, vejiga, intestinos y hasta los pulmones o la cabeza, porque es una tela de araña que ataca varios órganos”, detalló.
“Es una enfermedad crónica que no tiene cura”, dijo González. “Es una enfermedad crónica que no tiene cura”, dijo González.
Los síntomas son dolor de cabeza o abdominal, diarrea, vómitos y mucha hemorragia. Por este motivo, González recomendó a las mujeres que vayan al ginecólogo y pidan una ecografía tras vaginal o una resonancia magnética. Con respecto a los tratamientos, expuso que se aplican tres: pastillas hormonales, DIU Mirena y la cirugía, que es el paso que quieren evitar por las graves consecuencias que pueden ocurrir a futuro.
Problemas laborales y despidos
Claudia González, quien nació en la provincia de Buenos Aires y reside hace tiempo en San Juan, contó un mal recuerdo por el que fue despedida de un trabajo, hecho constante en las mujeres que padecen la enfermedad. “Yo soy asistente farmacéutica y en un trabajo me echaron porque vivía en el baño porque la endometriosis me afecta mucho los intestinos”, expresó.
“En su momento, mi jefe me retó porque pensaba que en el baño estaba con el celular. Ante las sospechas, un día me cansé, le dejé el teléfono arriba del mostrador, me fui al baño y le dije: ‘voy al baño porque me siento mal’”. “Luego estuve un tiempo más. Continué con problemas en las rodillas, porque también me afectó los huesos debido a que te saca el calcio y magnesio. Finalmente, no soportó mi situación y me desvinculó”, dio a conocer.
“Mi jefe me retó porque pensaba que en el baño estaba con el celular”, recordó sobre una mala situación en el trabajo. “Mi jefe me retó porque pensaba que en el baño estaba con el celular”, recordó sobre una mala situación en el trabajo.
González señaló que tiene muchísimas anécdotas de sus compañeras similares a su despido. En muchos casos, afirmó que fueron despedidas a pesar de presentar certificado médico. “Muchas veces tenemos que faltar los dolores, inflamación, cólicos, hemorragias, operaciones o ir a las consultas”, aseveró.
Concientización por parte del grupo
En el marco de la efeméride y haciendo alusión al trabajo cotidiano, la representante de Endometriosis San Juan indicó que el grupo brinda charlas de concientización en varios puntos de la provincia. Durante los últimos días realizaron exposiciones en la Peatonal, el Hospital Rawson y en departamentos alejados porque uno de los objetivos es detectar los síntomas lo antes posible.
“En cada concientización que hacemos, es increíble la cantidad de mujeres que afirman tener síntomas característicos de la enfermedad”, dijo. Al no ser reconocida como enfermedad crónica, no cuentan con una estadística oficial, pero expresó que son alrededor de 500 personas quienes sufren las consecuencias de la endometriosis.
En este contexto, se propusieron llegar a niñas desde los 12 años. “Queremos llegar a todas las mujeres, desde los últimos años del nivel primario hasta los terciarios y universidades”, explicó.
Lidiar con la burocracia y la sociedad
“Desde el 2016 luchamos por una ley provincial, pero hace tiempo que el proyecto está parado”, aseguró sobre la iniciativa que impulsaron junto con varios diputados provinciales en la Legislatura sanjuanina. “La aprobación sería un amparo para nosotras. Queremos que sea reconocida como enfermedad crónica porque el tratamiento ingresará en el Programa Médico Obligatorio (PMO) y obtendremos coberturas en el sector público y privado”, dio a conocer.
“No hay medicación en el sector público y, por los pasos burocráticos, tenemos que esperar mucho tiempo, de tres a seis meses, para recibirla. No es el tiempo adecuado porque la enfermedad avanza muchísimo”, evidenció.
“Tenemos que esperar de tres a seis meses para recibir la medicación”, expresó. “Tenemos que esperar de tres a seis meses para recibir la medicación”, expresó.
También relató que la endometriosis no es reconocida como enfermedad crónica y que en San Juan hay dos especialistas, una en el sector público y otra en el privado. Por este motivo, es muy difícil conseguir turnos.
Tarea importante es explicar que la sociedad también debe comprometerse con las mujeres con endometriosis, principalmente en hombres. “Necesitamos de ellos y de su apoyo, su acompañamiento y pedimos que estén informados. Como ejemplo, una mujer en Valle Fértil nos dijo que, según su marido, la enfermedad era contagiosa, pero cuando la endometriosis no es contagiosa porque es producto del mismo organismo y es hormonal”, rememoró.