Cada 2 de junio se conmemora el Día del Bombero Voluntario, una fecha que busca reconocer y poner en valor el rol de la persona que se pone en el cuerpo del bombero sin pedir nada a cambio. En San Juan hay varios cuarteles de bomberos voluntarios, uno de ellos se encuentra en Jáchal. En la voz de sus protagonistas, cómo viven el día a día entre la asistencia y la dedicación a la comunidad.
Jorge Silva es jefe del cuerpo activo de los Bomberos Voluntarios de Jáchal. En dialogo con Tiempo de San Juan comentó que actualmente el cuartel está integrado por unas 25 personas de entre los 18 y los 35 años, destacando que gran parte del personal es femenino, alrededor del 70%. El espacio, que comenzó a funcionar como tal en el 2018, es de gran ayuda para la comunidad ya que siempre presta servicios ante contingencias climáticas, incendios y distintos episodios.
“Es una profesión muy linda, por el reconocimiento de la gente, más que nada de los niños que se entusiasman al ver un bombero. Eso es gratificante para nosotros porque nos sentimos reconocidos”, comentó Silva, quien forma parte del cuartel desde el 2021.
Al ser voluntarios, implica que la dedicación es ad honorem, es decir, no cobrar por las tareas como las horas que le dedican al servicio. Pese a ello, es el sueño de muchos convertirse en bombero. Jorge es uno de los que de niño soñaba con ser bombero y decidió dar el paso cuando se enteró que el cuartel estaba buscando aspirante. “Cuando me enteré no lo dudé ni un segundo. Ser jefe del cuerpo activo ahora es algo que no pensé que iba a pasar y afortunadamente hay un buen equipo de trabajo”, señala.
Gran parte de los cuarteles sobrevive gracias a la colaboración de la comunidad. En el caso del espacio jachallero, Silva detalló que muchas veces realizan rifas o sorteos y entre todos los integrantes del cuartel venden los números y le explican a la comunidad lo importante de ayudarlos, ya que con ese dinero adquieren o renuevan parte del equipamiento que suele ser bastante caro.
“Actualmente en nuestro cuartel lo que necesitamos es el camión cisterna. Acá en Jáchal tenemos incidencia de incendios en San Roque, La Quebrada, lugares alejados del centro y del abastecimiento de agua. Si bien contamos con apoyo de Protección Civil, a veces pasa mucho tiempo para que llegue al lugar del incendio, y el mismo se descontrola. Nos pasó el año pasado que tuvimos un incendio que no pudimos controlar a tiempo. Sería importante para nuestro propio abastecimiento”, detalló.
Desde que rindió el examen y se incorporó al cuartel hasta ahora, Jorge junto a los integrantes del cuerpo de bomberos han vivido una infinidad de situaciones anecdóticas. Fuegos incontrolables y acciones de salvataje destacan entre la gran cantidad de intervenciones que han tenido. El cuidado tanto propio como del otro permite que todas estas historias no hayan tenido un final trágico. Es por ello que la preparación es fundamental, ya que se exponen a diario a situaciones que en un abrir y cerrar de ojos se puede descontrolar.
Pese a ello, destaca que no hay nada más reconfortante que el reconocimiento de los vecinos luego de una intervención. “Me gustaría que el cuartel contara con todo el equipamiento necesario, para que los chicos que se suman no se encuentren en riesgo porque no contamos con el equipo para todos”, es el anhelo de Jorge para el futuro del cuartel.
Los motivos detrás del Día del Bombero Voluntario
La fecha se oficializó en 2001, recordando al primer grupo de bomberos voluntarios que se creó en el país. El mismo se constituyó en el barrio de La Boca, en Buenos Aires. Este escuadrón fue creado por vecinos autoconvocados liderados por Tomás Liberti y su hijo, quienes organizaron una cadena humana para extinguir un incendio en el barrio. Desde entonces, los bomberos voluntarios han sido pilares en la prevención y respuesta ante emergencias en todo el país.
Este acto colectivo marcó el nacimiento de la primera brigada de bomberos voluntarios y sentó las bases para el movimiento que, posteriormente, se expandiría por todo el territorio nacional.
Esta institución fue pionera tanto en la respuesta inmediata a emergencias como en sus aportes a la vida social del barrio, participando en fiestas locales y actividades culturales, lo que reforzó su integración y prestigio.