El espacio se ve prácticamente listo, la tirolesa de 1,5 kilómetros está montada, también los puentes colgantes, las mesas y hasta los conteiners en los que se ofrecerá los servicios. Mientras el parquizado se riega en lo que será el Parque Aventuras en la Quebrada de Zonda, es imposible no recordar las historias sobre aquel sueño que ideó el entonces gobernador Federico Cantoni hace alrededor de 100. Durante su gestión, desarrolló diversas obras con el fin de llegar a crear el parque aéreo en gran parte de la quebrada. Sin embargo algunas, como el montaje de un sistema de aerosillas, quedaron truncas. Su concepto fue reeditado como proyecto en distintas épocas, pero no se desarrolló. Ahora, con algunos cambios, está a punto de ser puesto a disposición de los sanjuaninos.
El parque proyectado por Federico Cantoni, que empezó a ser construido en la década del ’20, incluía varios elementos en altura, a través de los cuales el funcionario soñaba con que la gente pudiera disfrutar el paisaje y las montañas de San Juan. Según consta en los archivos de este Diario, unos 2.500 obreros dinamitaron los cerros y cavaron túneles en siete niveles escalonados, dándole un aspecto muy singular a la quebrada ubicada en Rivadavia.
El funcionario generó todo el proyecto en un momento en el que reinaba una importante desocupación en la provincia. Por eso, comenzó a generar obras públicas con el fin de brindar una solución al mercado laboral. Para llevar a cabo las obras en la montaña, trajo a San Juan a inmigrantes de la Europa oriental de aquellos momentos, conocedores del trabajo en piedra y especialistas en abrir túneles, quienes trabajaron junto a obreros sanjuaninos y a presidiarios.
La obra consistía caminos que se unían a través de túneles que la gente podía recorrer a pie. Sobre el cerro se construyeron miradores y monumentos. Con distintos espacios verdes, entre los que estaba el Jardín de los Poetas, el 11 de septiembre de 1932 fue inaugurado el Parque Bernardino Rivadavia, hoy conocido como Parque Federico Cantoni en homenaje a su ideólogo.
La caída del gobierno cantonista dejó a medio hacer la descomunal obra, que se completaría, por ejemplo, con las aerosillas. La caída del gobierno cantonista dejó a medio hacer la descomunal obra, que se completaría, por ejemplo, con las aerosillas.
La idea resonó nuevamente en 2011, cuando el ministro de Turismo de José Luis Gioja, Dante Elizondo, reflotó el proyecto de la creación de un parque aéreo en el lugar, que incluiría tirolesa, espacios para realizar trekking y escalada y hasta caminatas por puentes colgantes. A pesar de eso, nuevamente, el parque aéreo quedó sólo en los papeles.
Fue a principios de 2017 que la actual ministra de Turismo, Claudia Grynszpan, reflotó nuevamente el tema con la presentación de un Master Plan creado con miras a revalorizar y explotar turísticamente a la zona. Ese año, incluso volvió ponerse sobre el tapete la idea de instalar las aerosillas. Pero, un estudio de impacto desestimó el renovado plan.
La pandemia retrasó el desarrollo del resto de las tareas contempladas, que finalmente verán la luz en las próximas semanas.
La idea centenaria que cobra vida
Si bien aún no hay fecha concreta, las autoridades del Ministerio de Turismo esperan inaugurar el Parque Aventuras en la Quebrada de Zonda entre los últimos días de este mes y los primeros de octubre próximo. De inmediato, se realizará los trámites necesarios para concesionar el espacio a un privado y que comience a ser disfrutado por la gente.
Según informaron, la obra, financiada con el Programa Nacional 50 Destinos, está compuesta por diversos juegos colocados a más de tres metros de altura. Entre ellos hay un puente colgante de dificultad media y uno más complejo. Este, es más alto y extenso que el anterior y cuenta con partes móviles, troncos y sogas.
La pieza fundamental es la tirolesa de un kilómetro y medio de extensión que cae desde el cerro, para pasar sobre el Parque Aventuras y la Ruta 12 hasta llegar a las montañas del Autódromo El Zonda, desde donde se emprende el regreso.
La propuesta ofrecerá además juegos para los más chicos, alquiler de bicicletas y la zona de servicios con una proveeduría para realizar compras. A los que se suman mesas, bancos, sanitarios y bebederos.