El 5 de septiembre, este diario publicó una nota sobre la opinión de una proteccionista sobre la presencia de gavilanes en el cielo de San Juan. Abrió un debate. ¿Los gavilanes sueltos en la Ciudad de San Juan son peligrosos para la gente y las mascotas? Ella espondió que sí. Pero el Club de Observadores de Aves San Juan presentó una serie de argumentos para refutar el razonamiento de la mujer.
En la parte urbana de San Juan hace semanas que se pueden ver gavilanes, que son aves de gran porte, carnívoras, que se alimentan mediante la caza, para la que generalmente usan sus garras y luego desgarran a sus presas con la ayuda de su pico ganchudo y filoso. Por esta característica, fue una decisión oficial la de liberar algunos ejemplares desde la Capital, para que controlen plagas, principalmente palomas y roedores. Ahora, una entidad proteccionista de animales planteó que estas aves se vienen proliferando, que atacaron a mascotas y que son peligrosas también para las personas.
Para la proteccionista Emilia Merino, "el grave problema que tenemos es que el gavilán no tiene depredador natural. Él es el depredador de palomas y continúa con pájaros. En la época de anidación es donde se pone agresivo. Porque el gavilán no piensa si la persona que va caminando por la plaza va caminando sin ningún problema. Ataca". En ese sentido, afirmó que "atacan gatos chiquitos, perros chicos. No es tan solo que van a atacar a los roedores. Porque seamos honestos, el roedor está dentro de las acequias. Es muy distinto en las zonas que no son urbanas.
Ante esto, los observadores de aves sanjuaninos, cuyo coordinador es Juan Tomás Frías, respondió las declaraciones de la proteccionista con una extensa carta. "Los gavilanes mixtos, Parabuteo unicinctus, como depredadores apicales, desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico urbano", dijo.
Según la información de Frías, los gavilanes "controlan poblaciones de palomas, cotorra, roedores y otros pequeños mamíferos que pueden transmitir enfermedades y dañar la infraestructura ciudadana. Además, su presencia indica la salud general del ecosistema urbano".
Asimismo, dijo que "la colonización de ecosistemas urbanos por parte de fauna nativa es un proceso global, y habla de la salud de éstos ecosistemas. La misma no está en relación con la liberación de ejemplares de gavilán en el ejido urbano, ya que son capaces de moverse grandes distancias, sino que se han adaptado a vivir en este ambiente. Es importante reconocer que la expansión urbana ha invadido hábitats naturales, alterando el equilibrio ecológico y obligando a especies como los gavilanes mixtos a adaptarse a entornos modificados".
Por eso, puntualizó que, "en lugar de considerarlos una amenaza, deberíamos valorar su capacidad para coexistir con nosotros".
Frías propuso "educación y conciencia sobre la importancia de los gavilanes mixtos en el ecosistema urbano; implementar medidas de convivencia pacífica, como la instalación de nidales artificiales; apoyar políticas de conservación y restauración de hábitats naturales en áreas urbanas; y pensar en proponer la primera Reserva Urbana de San Juan".