En la parte urbana de San Juan hace semanas que se pueden ver gavilanes, que son aves de gran porte, carnívoras, que se alimentan mediante la caza, para la que generalmente usan sus garras y luego desgarran a sus presas con la ayuda de su pico ganchudo y filoso. Por esta característica, fue una decisión oficial la de liberar algunos ejemplares desde la Capital, para que controlen plagas, principalmente palomas y roedores. Ahora, una entidad proteccionista de animales planteó que estas aves se vienen proliferando, que atacaron a mascotas y que son peligrosas también para las personas.
El método de apelar a los gavilanes no es nuevo en la ciudad. En los '90 el entonces intendente de Capital, Daniel Coll, lo implementó. En mayo de este año, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a través de la Dirección de Conservación liberó tres gavilanes en la zona de la Terminal de Ómnibus, a pocas cuadras del microcentro.
Ahora, la reconocida proteccionista de animales sanjuanina, Emilia Merino, planteó públicamente la preocupación por estos gavilanes sueltos y las consecuencias indeseadas de su presencia cerca de mascotas y personas.
"En la época de Coll se liberaron muchos gavilanes para el control de las palomas. Control que no ha sucedido, porque todo el mundo las está viendo en forma permanente. ¿Por qué? Porque el gavilán también ataca otro tipo de pájaros. Pero, por ejemplo, la mayor parte de los gavilanes emigraron del centro hacia las zonas más alejadas de Chimbas, al Médano, lugares donde tienen arboledas grandes, porque ellos anidan en la parte superior de los árboles y donde tienen un poco de agua también", expresó en diálogo con Radio Sarmiento.
Según la especialista, "ahora liberaron más gavilanes y el grave problema que tenemos es que el gavilán no tiene depredador natural. Él es el depredador de palomas y continúa con pájaros. En la época de anidación es donde se pone agresivo. Porque el gavilán no piensa si la persona que va caminando por la plaza va caminando sin ningún problema. Ataca".
Merino sostuvo que la anidación del gavilán es cuando la hembra pone el huevo en su nido. Entonces, el macho, que es un poco más grande que la hembra, más o menos está en 80 centímetros de altura, cuida esa zona. Y ahí es donde ataca.
En la Plaza de Jáchal hubo varios ataques contra personas de estos animales, lo que llevó a las autoridades municipales hace un par de años a cercar la zona de los nidos.
"Atacan gatos chiquitos, perros chicos. No es tan solo que van a atacar a los roedores. Porque seamos honestos, el roedor está dentro de las acequias. Es muy distinto en las zonas que no son urbanas. En las zonas rurales es más fácil porque el roedor anda por la tierra normalmente. O el cuyi, o el conejito de cerco, cualquiera de esos ellos lo pueden cazar. Acá en la ciudad no. El estrés que recibe ese animal entre los ruidos, las luces, los ruidos y demás, produce lo que ha producido hace unos días atrás, que pillando una paloma tuvieron problemas con la electricidad porque se chocaron con los cables, y no es la primera vez. Ha habido acá en la plaza de Trinidad también, acá en la ciudad, un gavilán que fue lastimado. No se sabe cómo, pero tenía una ala lastimada. Y la verdad que cayó y la gente estaba horrorizada porque no sabe cómo tratarlo. Porque lógicamente el animal estaba asustado".
Los proteccionistas sostienen que la población de gavilanes se ha incrementado en el Gran San Juan y advirtieron en redes sociales sobre el riesgo que implica en los últimos meses. "No se han producido ataques contra personas, pero sí se han producido ataques contra animales, en Rawson. Incluso en Rawson se han encontrado gavilanes envenenados con las palomas".
"Desde el año pasado hay ataques de gavilanes en la plaza en Jáchal. Han generado un hábitat. Si bien es cierto, es un ave de la zona, es un ave de San Juan, pero no de la ciudad. Claro. Son aves que anidan, o sea, que hacen sus nidos en las copas de los árboles, pero en lugares donde hay arboledas, pero más alejados de la ciudadanía. No están en el radio céntrico. Todo este tema de las bocinas, de la música que puede haber, no nos olvidemos que todo animal tiene un oído mucho más sensible que el humano. Entonces todo eso los estresa, y al estar estresado van a actuar de cualquier manera".
Afirmó que "en El Mogote debe haber fácil unos entre 60 y 100 gavilanes que sí hemos detectado. Si se mueven, hemos notado y hemos tenido fotos de más de 10 gavilanes juntos sobrevolando".
Diferentes posiciones
Merino analizó que "el tema de las palomas es mucho más fácil controlarlas. Un espejo es mucho más barato, porque si colocas un espejo con la misma luz del sol que refleja, esa luz fuerte a las palomas las espanta. Hay alimento para palomas que las dejan híbridas, o sea, no pueden seguir procreándose, pero son sanos, entonces no habría problema".
En mayo, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a través de la Dirección de Conservación liberó tres gavilanes mixtos, que volvieron a la naturaleza luego de aproximadamente dos años de rehabilitación en el Centro para la Conservación de Fauna Silvestre-Faunístico.
Los ejemplares, dos hembras y un macho, fueron rescatados inicialmente por agentes de conservación en áreas urbanas de Capital, Rawson y Pocito, donde se encontraban imposibilitados de volar debido a su corta edad.
Estos gavilanes que ya alcanzaron la edad adulta y en condiciones óptimas para sobrevivir, luego de superar la etapa de evaluaciones se decidió restituirlos a un entorno natural adecuado, según explicaron en ese entonces.
"La liberación tuvo lugar en un ecosistema urbano en Capital, un entorno donde estas aves rapaces podían encontrar abundante alimento como roedores y otras aves pequeñas, desempeñando su rol natural como controladores de plagas. Esta acción representa un significativo aporte de la Secretaría de Ambiente al mantenimiento del equilibrio ecológico en zonas urbanas", se informó en ese entonces.