El paisaje de La Rinconada guarda un rincón que parece detenido en el tiempo. Entre el polvo y las sombras de los algarrobos, asoma la vieja estación de trenes, una estructura que, aunque ya no escucha el silbato de las locomotoras, sigue marcando el pulso de la vida en Pocito. El drone de Tiempo de San Juan sobrevoló el lugar y registró su estado actual.
Construida a fines del siglo XIX, la estación fue parte del histórico Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, en el ramal que unía Mendoza con la estación San Juan. En aquellos años, los trenes cruzaban La Rinconada cargados de vino, frutas y esperanzas. Alrededor de las vías creció un núcleo que pronto se convirtió en el corazón de la zona. Desde ese punto se levantaron un cine, un museo y el boulevard que aún lleva el movimiento de la vida social. La estación no solo organizó el territorio: dio identidad a un pueblo.
Embed - Lugares abandonados: la estación de tren, el centro neurálgico de La Rinconada
La influencia del tren fue tan profunda que, en 1922, nació el Club Atenas de Pocito, conocido como “el Mirasol”. Su camiseta aurinegra rinde homenaje a los colores del ferrocarril, y su sede, a pocos metros de las vías, todavía late con la misma energía comunitaria de hace un siglo. Entre partidos, festivales y encuentros, la estación fue mucho más que un punto de paso: fue un centro neurálgico donde se mezclaban el deporte, la cultura y la memoria.
Con el correr del tiempo, el silbido del tren se apagó. En los años ’90, el servicio dejó de funcionar y el edificio comenzó a sentir el peso del abandono. Sin embargo, el lugar nunca quedó vacío. Los productores rurales lo convirtieron en punto de carga para sus tractores, los jóvenes siguieron usándolo como punto de encuentro y una agrupación gaucha de la zona se encargó de reacondicionar sus chapas, intentando protegerlo del olvido.
A pocos metros, la boletería todavía resiste. Pintada de azul, con los techos dañados y las paredes marcadas por grafitis, conserva un aire melancólico que remite a otros tiempos. Cada ladrillo parece contar historias de partidas y regresos, de boletos cortados y trenes que ya no volverán. El viento, al pasar entre las hendijas, suena como un eco de aquellos días en que el ferrocarril dictaba el ritmo de la vida del lugar.
En septiembre de 2023, el Concejo Deliberante de Pocito declaró a la estación de Interés Cultural, Histórico y Patrimonial, buscando protegerla de futuras demoliciones. Con ese gesto, la comunidad selló su compromiso con un sitio que, más allá del deterioro, sigue siendo el corazón simbólico de La Rinconada.
Más fotos