Tras aquel lunes 13 de febrero, día en que se descubrieron perros y gatos en muy malas condiciones en un hogar del barrio Centro de Empleados de Comercio, vecinos dieron a conocer que realizaron dos pedidos. Por un lado, solicitaron a la Municipalidad de Santa Lucía limpiar la “casa del horror” por el mal olor en la entrada y a la Justicia local para que traten los problemas psicológicos de la señora.
“Realizaron las notas correspondientes para que la Municipalidad de Santa Lucía limpien la casa”, indicaron vecinos del lugar a Tiempo de San Juan. “Actualmente no hay mucho olor, pero sí lo hay cuando pasamos por la puerta. También desconozco la situación de la casa y, a pesar de que la puerta de entrada está rota, no podemos entrar sin una orden judicial”, abundaron.
“Además, mandamos una nota al Poder Judicial para que traten el ‘problema’ de la señora. Queremos que ella cambie las actitudes criminales con los perros y antisociales con los vecinos”, sostuvieron.
“M.C.M. nunca les dio importancia a las quejas que le realizamos”, ratificaron los vecinos. “M.C.M. nunca les dio importancia a las quejas que le realizamos”, ratificaron los vecinos.
Sobre la situación de la mujer, identificada con las siglas de M.C.M., señalaron que la mujer aparece poco. “Unos vecinos la vieron pasar con una bolsa de alimentos y hace cuatro días estaba regando su jardín y limpiando la vereda, pero luego se escondió”, relataron.
También aseguraron que el hermano de la principal culpable tampoco aparece. “Él vino ese día y dio la autorización para que las autoridades ingresaran al lugar. Luego no quiso saber más nada”, finalizaron.
Antecedentes de pedidos vecinales
Los vecinos le dijeron a este medio que intentaron de todas las formas posibles que ella limpiara la casa, pero no hubo caso. Incluso aseguraron que se escuchaban gritos. -Santísima Trinidad, Santísima Trinidad, decía a viva voz en las siestas. Pero su obsesión con lo oscuro no quedaba allí: decía que veía al diablo y miraba a las personas con una persistencia inusual, de forma tan penetrante que atemorizaba.
Este combo llevó a los vecinos a pedir ayuda en la Justicia y también a organizaciones proteccionistas, que lograron finalmente que se diera el tan esperado allanamiento. La imagen que encontraron en la casa de M.C.M. fue aún más horrorosa de lo que pudieron alguna vez imaginar. No dudó en admitir que los mataba para absorber sus energías, para vivir más. En el garaje, que supo ser un salón en donde M.C.M. daba clases de yoga, había perros que dormían sobre sus propios excrementos. En el fondo, encontraron más perros, algunos cachorros que no pudieron abrir los ojos ante el sol. En total rescataron a 11 animales, que fueron trasladados a un hogar.