El Viernes Santo es un día muy importante para los fieles que practican la fe católica. Cada año, recuerdan la muerte de Jesús y rinden su respeto en silencio y orando, esperando la resurrección de su salvador. Paralelamente, en ese período, en el que algunos creen que hay un “vacío espiritual”, es el momento en el que algunas personas “enseñan” a otras el arte de la curación de afecciones como el empacho, el dolor de cabeza, la abertura de carne, entre otras. Tema aparte son aquellas personas que en este periodo se dedican a las prácticas oscuras, por ello los proteccionistas de animales que cuiden a los animales, ya que muchas veces son “utilizados para el sacrificio”.
El mundo de la curación es gigantesco y el misterio lo rodea. Pero surgen dos preguntas: ¿cuál es la razón para aprender estas prácticas este día? y ¿cómo ve la iglesia católica esta práctica?
No hay una explicación sobre los por qué se aprende este día este misterioso arte. Para algunas practicantes las curaciones no están enemistadas con la fe ya que incluso se ejecutan con oraciones especiales y siempre invocando y teniendo presente a Dios.
Una sanjuanina que cura el empacho y la “ojeadura” se animó a contar sobre su aprendizaje y cómo aprendió. “Aprendí a curar el empacho por mi nona italiana. Un viernes santo, único día que se puede aprender, me dijo si quería aprender, le dije que sí, y cuando era adolescente me dijo como se hacía y los rezos que tenés que hacer en ese momento”.
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Ella explicó cómo se cura: “La ojeadura muchas veces es aire o mal de ojos. Se cura con técnicas que me dijo mi nona y con rezos especiales. Con el empacho es lo mismo, me enseñó cómo se hacía la distancia de la mano a la boca del estómago, cuándo se toma con un pañuelo o una corbata y esa distancia se usa para la curación. Es un rezo especial y se culmina con otros dos rezos”.
La practicante de este arte finalizó diciendo: “Son costumbres de antes, hay madres que creen y me piden que les cure a los hijos de la cabeza ‘porque está muy llorón’. Es una ayuda no más, realmente no sé si es verdad o no, pero de que los alivia, los alivia”.
¿Cuál es el rezo utilizado? El mundo de las palabras
Los rezos y palabras “especiales” utilizadas para estas curaciones son un misterio. No se pueden dar a conocer y solamente ellas o ellos pueden saberlo y no deben compartirlo con nadie. “Las palabras que se utilizan las tengo anotadas en un papel y nadie puede saberlas, solamente yo”, confesó una practicante.
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La mirada de la iglesia católica
Un sacerdote sanjuanino compartió su opinión sobre este tema y en simples palabras no lo recomienda como práctica, pero respeta que se realice como un aprendizaje de la cultura popular. “No depende de uno, sino de Dios y las cosas que no son de Dios en vez de liberar enredan más. Un ejemplo es como decir, ‘yo quiero aprender de un curandero’, en realidad es una confusión más que una aclaración. Es poner la fe en otras cosas que no son de Dios”.
El cura explicó que los creyentes tienen los medios para llegar a estar curaciones sin intermediarios y directamente con Dios . “Desde la fe, los caminos habituales están propuestos con la oración y los sacramentos, son los medios ordinarios para nosotros en la sanación”, añadió
También habló sobre cómo entra la ciencia a este debate por la “curación”. “Hay un elemento más delicado, es cuando estas prácticas reemplazan los tratamientos médicos. Como ejemplo los “amarres amorosos”, en vez de curar la obsesión que tengo sobre alguien, recurro a esta práctica en vez de hacerme tratar. Ahí es cuando se enreda más, se esclaviza más y eso no viene de Dios”.
“Lo de Dios siempre es luz, es claridad, libertad y verdad. Que sea verdad no significa que me vaya a gustar”. “Lo de Dios siempre es luz, es claridad, libertad y verdad. Que sea verdad no significa que me vaya a gustar”.
El sacerdote mostró su respeto y calificó de “interesantes” estos aprendizajes ancestrales. “Habría que hacer un estudio antropológico más grande. Es de mucho tiempo atrás, con prácticas que vienen de pueblos originarios. Hay elementos con mucha devoción fuerte y familiar. Y ahí es donde quiero separar las cosas, si uno lo aprende como algo cultural, como para saber y conocer está genial. Pero si esto te va a poner en una esfera de misterio y rarezas ahí está el problema”.
“Dios no se ha reservado nada porque aunque es un misterio y nuestra cabeza no lo puede comprender completamente, Dios no se ha guardado nada. Todo lo que tenía para comunicarnos nos lo dijo y todos los caminos para sanarse y ser felices nos lo dio a conocer. En Dios no hay secretos, aunque haya misterio”. “Dios no se ha reservado nada porque aunque es un misterio y nuestra cabeza no lo puede comprender completamente, Dios no se ha guardado nada. Todo lo que tenía para comunicarnos nos lo dijo y todos los caminos para sanarse y ser felices nos lo dio a conocer. En Dios no hay secretos, aunque haya misterio”.