Fiebre y dolor de garganta fueron los primeros síntomas que empezó a manifestar su hija de 10 años. Hasta allí, un cuadro común que intentó apaciguar con ibuprofeno. Pero cuando pasaron las 24 horas y la pequeña seguía con temperatura alta, ahora acompañada de intensos vómitos, corrió hasta la guardia de una clínica privada buscando una respuesta certificada. "Anginas", fue lo que le respondió el médico de guardia, sin imaginar que en realidad la niña estaba siendo atacada por Streptococcus Pyogenes, la "súper bacteria" que provoca faringitis y cuadros más graves.
Victoria estuvo casi una semana suministrándole a su hija dos antibióticos distintos. Ya había ido dos veces a la guardia y el diagnóstico seguía siendo el mismo, pese a que la niña continuaba con fiebre, fatiga, dolor de garganta y vómitos. "Yo la veía muy decaída. Vomitaba todo el día, le dolía la cabeza. Estaba tirada, no podía pararse, tampoco comía nada ni tomaba agua", expresó la mamá.
Fue su médico de cabecera el que ordenó hisopar a la menor. Ahí fue cuando se enteró que su hija era una de las 500 personas de Argentina afectadas por esta invasiva bacteria: "Yo desconocía de qué se trataba. Los médicos me dicen que siga con los antibióticos, pero como sigue igual deciden internarla. En una placa detectan que tiene infección pulmonar. Estuvo hospitalizada con penicilina, que la iba reponiendo de la deshidratación que tenía. Le hicieron análisis, bastantes estudios para descartar una neumonía".
Victoria contó que en medio de la internación, su hija empezó a padecer en su cuerpo una reacción cutánea."Era propio de la misma bacteria, la lengua también la tenía roja. Entonces empiezan a inyectarle benadryl. El médico me decía que no me relajara, pero que mientras estaba controlada, no iba a pasar nada grave", comentó.
La niña estuvo en tratamiento durante 20 días. Sin embargo, cuando recibió el alta y ya se recuperaba en la intimidad de su casa, su hermano de 6 años se terminó contagiando. El pequeño, en este caso, empezó a manifestar otros síntomas: se le infectaron los ganglios: "Esto le tocó el músculo esternomascloideo, lo que provoca una contractura. No podía moverse, estaba duro; además tenía fiebre y vómito. Entonces continúa con la penicilina, lo que me habían recetado para su hermana en un principio".
"No hay que preocuparse, pero sí ocuparse. No es para relajarse lo de esta bacteria".
Victoria señaló que al principio, como cualquier mamá, estaba con miedo."Era una bacteria no conocida y me asustaba. Y más cuando te dicen que pueden quedarle secuelas y ante tanta desinformación, te imaginas lo peor. Pero teniendo todos los cuidados, de a poco tratamos de salir adelante. Ahora sólo el pequeño continúa con el tratamiento, estamos en un proceso de curación", explicó.
Más sobre la bacteria Streptococcus Pyogenes
El Streptococcus del grupo A origina distintas infecciones cutáneas como impétigo, celulitis, y escarlatina. Pero en ciertas ocasiones, puede presentarse como una forma grave o enfermedad invasiva, que puede causar condiciones potencialmente mortales. Ello se observa en la cifra de más de 500.000 muertes anuales en todo el mundo.
La transmisión de la bacteria Streptococcus Pyogenes ocurre por contacto cercano con una persona infectada y puede transmitirse a través de la tos, los estornudos o el contacto con una herida. Las personas pueden ser portadoras asintomáticas.
El período de incubación para la enfermedad varía de acuerdo a la presentación clínica, entre 1 a 3 días. Las personas con la infección deben permanecer aisladas hasta el fin del período infeccioso.
Como medidas preventivas para el paciente y los contactos estrechos, se recomienda una buena higiene personal y frecuente higiene de manos, cubrir las heridas con apósitos estériles impermeables, y mantener una buena higiene del ambiente, incluyendo la limpieza de juguetes, baños, y alfombras.