En sus casi 117 años, el Parque de Mayo ha ido cambiando de aspecto, de elementos que lo componen y de tamaño. Sin embargo, a lo largo de su historia, en la que fue desde refugio de las víctimas del terremoto de 1944 hasta sede de la Fiesta Nacional del Sol, el espacio siempre ha conservado su característica de ser el sitio más elegido de la Capital como lugar de esparcimiento y actividades deportivas. Hoy, a punto de sumar nuevas hectáreas y con nuevos proyectos en cartera, el mantenimiento del principal pulmón verde de la ciudad demanda una importante maquinaria, movilizada por medio centenar de trabajadores y que incluye el uso de tecnología de avanzada.
Actualmente, el Parque está compuesto por 26 hectáreas, que para su mantenimiento fueron divididas en tres sectores: el tradicional, de 15 hectáreas; la ampliación oeste, de 6 hectáreas (sector en el que antes estaba el velódromo); y el Parque Belgrano, de 5 hectáreas. Es justamente esta última zona que la que crecerá en los próximos meses.
“El Parque Belgrano fue inaugurado a mediados del año pasado, pero quedó un sector sin habilitar porque es el que rodea la obra del nuevo edificio del Museo de Ciencias Naturales. Son alrededor de 2 hectáreas más y esperamos que ese sector se incorpore antes de fin de año. Así terminará de completarse todo el sector que comprende el Parque, con la idea de que todo el terreno se vincule directamente con el predio de Infinito por Descubrir”, comentó Lisandro Cervinelli, director de Espacios Verdes, el área encargada del mantenimiento del lugar.
En ese contexto, el funcionario afirmó que ya tienen prevista la incorporación de la nueva zona a los trabajos que se desarrollan actualmente. Al respecto indicó que, en general, por un lado, se realizan las tareas de mantenimiento de rutina, que tienen que ver con la limpieza, la operación del sistema de riego, el corte del césped y la recolección de residuos. Y por otro, las tareas técnicas, que se basan en el desarrollo de trabajos más complejos para el mantenimiento del lugar.
“Anteriormente, el Parque se mantenía de un modo muy rudimentario. Pero en los últimos años hemos ido incorporando tecnología y técnicas que nos han permitido mejorar mucho el estado del lugar”, afirmó el funcionario.
A partir de eso, enumeró diversos aspectos sobre el mantemiento del espacio:
* Riego por Wifi: considerando que la operación del riego es fundamental en el espacio, se decidió implementar un sistema que se puede controlar a través de Wifi. “Nos permite ingresar y observar cuántos litros de agua se utilizaron, qué sectores se regaron y nos brinda gráficos con balances anuales. Con ellos podemos evaluar qué consumos tenemos y, con esa información, vamos implementando cambios según las necesidades”, explicó Cervinelli, quien destacó la importancia de esta herramienta en pleno proceso de sequía.
El sistema permite también programar las horas de riego, que actualmente se hace por las noches, cuando hay menos gente en el lugar, con el fin de no generar molestias. “Cuando empezamos a trabajar de este modo notamos que no nos alcanzaban las horas de la noche para regar todo el terreno. Entonces, lo dividimos en dos sectores que se riegan en simultáneo. El sector Sur se riega desde la perforación que hay en el Parque. Y en el sector Norte se vuelca el agua al lago, porque hacemos recambio de agua para que se mantenga limpio. Entonces, se filtra y se usa para riego”, indicó.
* Poda, siembra y una compostera propia: en los últimos años, los especialistas han ido implementando también nuevas técnicas de siembra, poda y fertilización en el espacio verde. En este sentido, se decidió dedicar un espacio del lugar para la producción de compost.
“La idea fue desarrollar el concepto de economía circular, es decir, reutilizar lo que sacamos del parque para mejorarlo. Para eso se armó la zona de compostaje, en la que se crea el compost con restos de poda, de césped y árboles erradicados. Esto nos permite evitar el costo ambiental que implica el movimiento de fertilizantes y también hace que se disminuya el gasto, evitando el costo de traslado”, detalló el funcionario. Y destacó: “Nos permite también ir tapando con el mismo producto los pozos que se van haciendo en el terreno por el uso. La incorporación de este sistema nos ha dado muy buen resultado”.
* Control de riesgo eléctrico: otra de las incorporaciones en el mantenimiento del espacio fue la compra de un telurímetro. Se trata de un aparato que sirve para medir las puestas a tierra de cada conexión eléctrica. “El sistema eléctrico es una de las prioridades, porque su control está ligado a la seguridad de quienes visitan el lugar. A veces notamos que las luces de un sector del Parque se apagan, esto quiere decir que las protecciones están funcionando bien, porque ante una falla el sistema se corta para evitar riesgos”, comenzó explicando el Director.
Y agregó: “Antes, como el sistema que se usaba era tan viejo, se medía la puesta a tierra de cada farola individualmente. Ahora los controles se hacen en circuitos integrales. El uso de este nuevo sistema nos ha llevado a tener que capacitar al personal durante 5 o 6 meses, pero vale la pena. Justo ahora terminamos un informe sobre el estado de las conexiones en la zona del parque tradicional y el resultado fue positivo. La idea es hacer estos controles cada tres meses para cerciorarnos de que no hay ningún riesgo y, si se encuentra un desperfecto, poder repararlo a tiempo”.
El lago, con un hábitat propio
Con tareas constantes de recambio de agua, el lago del Parque de Mayo ha logrado transformarse en un hábitat particular, que está en crecimiento. "La población de peces se va desarrollando muy bien, tenemos nuevos patos y se van dando algunos ciclos biológicos que son interesantes", destacó el funcionario.
En ese contexto, indicó que se hacen controles permanentes sobre el estado de la fauna del lugar. "Los peces se alimentan prácticamente solos, no sabemos si es porque la gente arroja comida. Durante la pandemia evidenciamos que había peces que habían disminuido de peso y se los alimentó, pero ahora están bien. A los patos los alimentamos nosotros, han nacido como 5 patitos más. La idea es esa, poder ir haciendo controles pero que, al mismo tiempo, vaya creciendo de modo natural".
Para finalizar, Cervinelli adelantó que hay un proyecto en análisis a través del cual se busca incorporar una pajarera en el espacio. "Hubo en una época, hace mucho tiempo, un palomar en el Parque. A nosotros se nos ocurrió esta idea porque durante la pandemia notamos que habían llegado gran cantidad de especies nuevas de aves. Entonces, el proyecto se basa en crear una pajarera con estructura de madera en el medio del lago, donde hemos armado unas islas en las que plantamos lirios. La idea es generar un ambiente particular para contribuir al ecosistema del lugar":