La Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) sigue enfrentando una crítica situación financiera, según afirmó su secretario administrativo-financiero, Ricardo Coca, quien dijo que la institución "llega a fin de año" a costa de posponer inversiones que se necesitan. El reciente veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, no provocó "ninguna sorpresa" entre las autoridades de la casa de altos estudios pero profundiza la preocupación por el futuro a largo plazo.
Según Coca, en declaraciones a Radio Estación Claridad este jueves, el veto era "lo que esperábamos y la línea de conducta" del presidente Javier Milei. Lo más revelador para el sector, dijo, son los propios considerandos del decreto, que reconocen un atraso salarial significativo para el personal universitario: un aumento del 128% durante la gestión de Milei frente a una inflación del 220%. Esto implica una pérdida de casi 100 puntos de poder adquisitivo para los universitarios entre el año pasado y el actual, y la necesidad de un aumento del 45% solo para recuperar el salario anteriormente percibido.
Esta situación, según el funcionario, "deja muy claro cuál ha sido la política de financiamiento nacional tanto en el tema salarial como en el tema de gastos de funcionamiento, investigación, equipamiento y obras".
Consultado sobre cómo la UNSJ logra llegar a fin de año, Coca afirmó: "llegamos, llegamos". Sin embargo, este equilibrio se logra a un costo muy alto, de acuerdo a la óptica del funcionario: no poder planificar el largo plazo. Enumeró entre las principales consecuencias del desfinanciamiento para la universidad estatal local que no hay nuevas horas docentes; falta equipamiento para laboratorios; que los bienes de capital se amortizan sin reemplazo, con un impacto negativo; que obras de infraestructura necesarias se paralizan, a pesar del incremento en la matrícula estudiantil; y que la compra de equipamiento en el extranjero para investigación se ralentiza drásticamente, priorizando solo lo más básico.
Coca fue enfático al señalar que el gobierno nacional ha "desmantelado todo el sistema de obras para universidades", llegando incluso a rechazar y dejar caer financiamientos externos de organismos como CAF y el Banco Interamericano de Desarrollo. Esto lleva a pensar, resaltó el funcionario de Tadeo Berenguer, que las universidades públicas en los próximos años "tendrán que resignarse" a una "ausencia total de obras".
Esfuerzos propios
Ante este panorama, la UNSJ viene buscando un equilibrio con fondos ahorrados. Por ejemplo, destinaron 1600 millones de pesos de su propio presupuesto para obras importantes como la terminación de la Escuela de Música, cubriendo así una necesidad que el gobierno nacional no aportó.
En cuanto a la reacción al veto y la movilización, aunque los paros docentes presentan una adhesión "muy disímil" en los diferentes claustros, la UNSJ apuesta por "jornadas de visibilización" y una "marcha que se va a programar" cuando el Congreso insista con la ley. La preocupación es que, si la situación financiera no mejora, los docentes no podrían continuar con las clases normalmente.
La amenaza presidencial de recurrir a la vía judicial si el Congreso insiste en la ley, una estrategia ya mencionada para otros temas como la emergencia en discapacidad, para Coca es una vía "difícil" de sostener, dada la facultad del Congreso de insistir en las leyes.
A nivel nacional, el financiamiento educativo viene dando un debate intenso en el Congreso. La ley había sido aprobada en Diputados con 158 votos afirmativos, pero para revertir el veto de Milei se requiere una mayoría especial de dos tercios. La oposición analiza convocar a una sesión especial la próxima semana para intentar rechazarlo, buscando aprovechar un momento de "debilidad del Gobierno" tras resultados electorales en Buenos Aires y tensiones con gobernadores. Sin embargo, el presidente ya advirtió que podría recurrir a la vía judicial si el Congreso insiste.