Con un acuerdo monetario, el presidente Alberto Fernández pensó que había cerrado la causa conocida como el Olivosgate.
Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITECon un acuerdo monetario, el presidente Alberto Fernández pensó que había cerrado la causa conocida como el Olivosgate.
El affaire se desató cuando se conocieron fotos de un cumpleaños de su pareja, Fabiola Yáñez, el 14 de julio de 2020, en la Quinta de Olivos, festejando su cumpleaños en plena cuarentena, con muchos invitados.
En ese momento, regía una prohibición casi total para los argentinos cuanto a reuniones sociales y circulación.
Si bien la justicia homologó el acuerdo económico al que había llegado el presidente a modo de “indemnización” por su conducta (3 millones al Instituto Malbrán entre él y la cumpleañera), el juzgado Federal de San Isidro demora el sobreseimiento.
Las razones de las demoras judiciales tienen que ver con dos presentaciones de sendas fundaciones que pretenden convertirse en querellantes en la causa. Una de ellas es la fundación Apolo, que comanda Yamil Santoro, el ultraliberal dirigente de Republicanos Unidos, el partido de Ricardo López Murphy.
El abogado de la pareja presidencial trató de llevar tranquilidad: “Luego de la feria judicial tendría que salir el inmediato sobreseimiento de la totalidad de mis defendidos. Varias organizaciones y fundaciones que responden a intereses político - partidarios opositores intentaron ser querellantes, pero no lo lograron dado que no tenían los fundamentos técnicos para hacerlo".
La acusación preocupa a Alberto Fernández que, a esta altura, esperaba comenzar la campaña por su reelección sin esta imputación, que no termina de caer.
Contenido especial