Este viernes, Javier Milei hizo una presentación formal exigiéndole al presidente Alberto Fernández la "inmediata revocación (o en su caso, el inicio de las correspondientes acciones de lesividad)” de los últimos nombramientos de personas en cargos dentro del Estado.
Además, solicitó que no realicen nuevas contrataciones con empresas. Una de ellas es un negocio de 50 millones de dólares por impresiones de DNI que ganó la empresa de su antiguo jefe, con el que hoy está distanciado, Eduardo Eurnekian.
En caso de que Fernández no ceda a la advertencia, Milei promete "acudir a la Justicia a fin de instar las acciones penales y civiles a los que su negativa u omisión diera lugar".
Para Milei, son "nulos de nulidad absoluta e insanable todos aquellos actos y procesos de contratación en curso que comprometan los recursos del Estado Nacional más allá del término de su mandato y se encuentren afectados por nulidades absolutas aquí descriptas", y en esta categoría incluye a los nombramientos observados.
El reclamo puntual es que el Presidente "disponga la suspensión inmediata de dichos actos e instruya a las respectivas áreas bajo su órbita que dispongan similar suspensión o, en su caso, el PEN se avoque en el dictado de los pertinentes actos de suspensión".
El libertario sostuvo que estos actos administrativos, lejos de propender la bien común, buscan "asegurar la permanencia de sus militantes en puestos públicos a costa del agravamiento del déficit y en detrimento del patrimonio de los ciudadanos e imponer condicionamientos a las autoridades que los sucederán tras las elecciones de octubre".