El 15 de mayo, el intendente de Rawson, Carlos Munisaga, le pidió la renuncia a los 76 funcionarios que en ese momento integraban el equipo de gobierno del ejecutivo municipal, incluyendo secretarios, subsecretarios, directores y coordinadores. Según dijo ahora, se quedó con 38 de ellos y ahorra unos 60 millones de pesos al mes.
La medida del peronista fue a tono con el pedido de Marcelo Orrego de que se achiquen las plantas políticas en los municipios, en medio de un clima de baja de la coparticipación y también en año electoral. Rápidamente, Munisaga, cuya comuna tras la derrota del PJ en la Provincia, desde 2023 se convirtió en un lugar de acogida para ex funcionarios provinciales.
Esta semana, Munisaga analizó que "estamos tomando las medidas necesarias de reducción, de eficiencia del gasto, de ver cómo optimizamos los ingresos que lamentablemente vienen cayendo para no resentir el trabajo con los vecinos y las obras que tenemos en ejecución".
Y pasó en limpio sobre la motosierra a la plana política que: "redujimos y de 76 han quedado 38 cargos políticos. De esta manera, esa estructuración nos ha significado un ahorro aproximado de 60 millones que lo destinamos a seguir manteniendo la ecuación de obras y servicios que estamos dando".
Incluso, el intendente del departamento con más población de San Juan especificó sobre la reestructuración que "algunos han vuelto a sus trabajos, algunos tenían algún otro trabajo en la administración pública provincial, otros en las administraciones públicas municipales, otros no siguen cumpliendo función, otros en el agrupamiento de competencias han seguido en el municipio pero sin un cargo político".
¿Cómo quedó el clima político en el municipio después de la salida masiva de funcionarios? Para Munisaga "muy bien, estamos trabajando plenamente, cumpliendo con firmeza y aprovechando los recursos que tenemos disponibles, que tenemos una planta de personal que tiene esa robustez como para cubrir y trabajar en lo que nos está demandando la comunidad".