El Gobierno nacional formalizó la desregulación casi total del mercado yerbatero al eliminar la facultad del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para intervenir y fijar precios en el sector. Esta decisión, formalizada en el Decreto 812/2025, elimina definitivamente la capacidad del organismo para establecer valores de referencia para la materia prima que se les paga a los productores. El decreto modifica gran parte del Decreto 1240/02, que reglamentaba las funciones del INYM.
La medida limita el rol del organismo a tareas de promoción y control de calidad, reduciendo a cero su capacidad para influir en los valores de mercado o en la relación entre oferta y demanda. Las modificaciones buscan que el INYM focalice sus actividades en las verificaciones de calidad, impidiendo su intromisión en un mercado competitivo.
La nueva normativa prohíbe específicamente al INYM dictar normas o establecer intervenciones que provoquen distorsiones en los precios de mercado, generen barreras de entrada, impidan la libre iniciativa privada o interfieran en la libre interacción de la oferta y la demanda en la producción y comercialización de la yerba mate y sus derivados. Esta decisión se alinea con la derogación de normas que son consideradas contrarias a la defensa de la competencia y la desregulación promovida por el Gobierno nacional, apoyándose en los lineamientos del DNU 70/2023 y el artículo 42 de la Constitución Nacional.
Impacto en la estabilidad de los productores
La eliminación de las facultades del INYM en el establecimiento de valores de referencia se da en un contexto complejo para el sector. Según informes, el sector yerbatero atraviesa una situación de crisis que se extiende desde hace más de un año.
En lo referente a precios, la tonelada de hoja verde se pagó al productor alrededor de 280.000(280 por kilo) en octubre. Este valor representa una caída del 3% mensual. Sin embargo, en un análisis interanual, el monto implica una suba del 33% respecto a los $210.000 pagados un año atrás. Cabe recordar que, durante 2023 y parte de 2024, el valor del kilo al productor se pagaba en torno a los $400. Aunque el INYM ya no fijaba valores de referencia desde finales de 2023, la medida consolida el esquema de precios definidos exclusivamente por la oferta y la demanda.
Dinámica del mercado y consumo
Mientras los productores enfrentan esta coyuntura de precios, la industria yerbatera y los molinos han celebrado un incremento tanto en el consumo interno como en las exportaciones.
En el mercado interno, los despachos de los molinos en el período enero-septiembre de 2024 saltaron de 193.430.827 kilos a 207.103.486 kilos, lo que se traduce en que los argentinos consumieron 13.672.659 kilos más.
Respecto a los envíos al exterior, en septiembre se registró una cifra récord de 7.255.770 kilos salidos de la zona productora. Las proyecciones indican que el año cerrará con más de 50 millones de kilos exportados, implicando un salto de más del 20 por ciento.
En resumen, las modificaciones introducidas por el Gobierno consolidan el marco de libre competencia impulsado por el Poder Ejecutivo, obligando al sector yerbatero a adaptarse a un esquema donde los valores de la materia prima se definen únicamente por la libre interacción del mercado. El INYM ha sido instruido para adecuar, en un plazo máximo de 30 días, toda su normativa interna para que no contradiga las nuevas disposiciones de desregulación.