A solo tres semanas de las elecciones generales, el Gobierno enfrenta un problema inesperado y costoso: la necesidad de reimprimir las boletas de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, luego de la renuncia de José Luis Espert como primer candidato a diputado nacional.
La decisión, tomada en medio del escándalo por sus presuntos vínculos con el empresario Alfredo "Fred" Machado, implica un gasto millonario adicional que vuelve a poner bajo la lupa el manejo de los recursos públicos. No obstante, primero se debe definir si dan los plazos legales para cumplir con el objetivo.
Según estimaciones realizadas por referentes opositores, la reimpresión demandará cerca de $14.000 millones, una cifra que se suma a los más de $43.000 millones ya invertidos en la impresión inicial de las boletas para estos comicios, que con el IVA trepan a alrededor de $52.000 millones.
En total, el proceso electoral en papel terminaría costando más de $66.000 millones, sin contar otros gastos logísticos.
Los candidatos de Fuerza Patria, Jimena López y Sebastián Galmarini, salieron a cuestionar con dureza al oficialismo. Galmarini aseguró que "el capricho de Milei de sostener a Espert hasta último momento se traduce en miles de millones tirados a la basura", y recordó que en 2023 el costo de impresión equivalía a $34.000 millones de hoy. "Ahora, en 2025, ya vamos por más de 52.000 millones y habrá que sumar otros 14.000 más", advirtió.
En la misma línea, López denunció que el gobierno "destina recursos al reemplazo de boletas mientras recorta en salud, educación y jubilaciones".
La polémica refleja no solo el impacto económico de la renuncia de Espert, sino también el nivel de improvisación de una gestión que, en su discurso, insiste en que "no hay plata" mientras habilita desembolsos extraordinarios por errores políticos propios.