El Gobierno nacional ha puesto en marcha una intensa ronda de negociaciones con los mandatarios provinciales, liderada por el Jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el designado Ministro del Interior, Diego Santilli. El objetivo central de estos encuentros es establecer acuerdos sobre el Presupuesto 2026 y un esquema acotado de facultades delegadas. Este paquete será el eje de las sesiones extraordinarias que se convocarán entre el 11 y el 31 de diciembre, un plazo considerado corto donde "cada día cuenta".
Adorni asumió con la premisa de imponer "método y señales claras" para ordenar el tablero fiscal y acelerar la "segunda etapa" del programa oficial. La Jefatura de Gabinete ha delineado una hoja de ruta en tres fases: bilaterales técnicas para definir prioridades y números, una reunión política de conjunto para validar reglas y temario, y una "foto final" que ratifique el "mínimo común denominador" antes de la presentación en el Congreso.
El rol de Diego Santilli, quien aparece como el puente con los distritos dialoguistas (PRO, UCR y peronismos no K), será fundamental para "aceitar canales y bajar tensiones" en una conversación que requiere precisión y manejo político. Santilli, quien aún no juramentó formalmente, había manifestado que su primera tarea sería visitar a los gobernadores para lograr los consensos necesarios sobre las reformas que el país requiere.
Un elemento de debate interno es el formato de la convocatoria: si se realizará con los 24 gobernadores o si se replicará el esquema acotado de 20 representantes, lo cual definirá el mensaje político y el ritmo de las tratativas.
La agenda de negociación se divide en dos capítulos sensibles:
- Presupuesto 2026: Las discusiones incluyen temas cruciales como la obra pública residual, la asistencia a las cajas previsionales, deudas cruzadas y el flujo de transferencias no automáticas. Los gobernadores, por su parte, han elevado reclamos enfocados en la necesidad de previsibilidad, criterios explícitos y la trazabilidad entre lo acordado en la mesa de diálogo y su posterior reglamentación. La consigna de Casa Rosada es evitar "cheques en blanco".
- Facultades Delegadas: El oficialismo busca un set de herramientas para acelerar la simplificación regulatoria y el ordenamiento administrativo, afectando frentes como el laboral, tributario y penal. El "alcance temporal y material" de estas facultades es "la madre de todas las batallas". Los mandatarios provinciales exigen garantías explícitas de que estas delegaciones no se conviertan en un atajo interpretativo que pueda desdibujar lo pactado en el Presupuesto.
Agenda de Encuentros Bilaterales
Los encuentros entre el designado ministro Santilli y los gobernadores se llevan a cabo en la Casa Rosada y son de carácter bilateral, invitando en algunos casos al jefe de Gabinete Adorni.
Recientemente, Santilli tenía agendadas reuniones con varios mandatarios:
- Lunes: Marcelo Orrego (San Juan), Martín Llaryora (Córdoba) y Gustavo Sáenz (Salta).
- Martes: Ignacio Torres (Chubut) y Raúl Jalil (Catamarca).
El presidente, Javier Milei, quien previamente destacó un "consenso absoluto" con 20 gobernadores respecto a la reforma laboral, seguirá la secuencia de las negociaciones a distancia, con la meta de que el proceso no erosione los objetivos centrales del programa. La insistencia del Gobierno se centra en anclar compromisos medibles y "menos grandilocuencia, más letra chica".
El éxito de este debut político dependerá de la calidad del papel: si el Presupuesto y las delegaciones llegan con "parámetros claros" y evitan la "zona gris", el oficialismo podrá contar diciembre como un primer triunfo de gestión.