En ambos sectores internos del PRO entienden que la confrontación no puede desbordarlos, porque flaco favor harían al proyecto que lidera el presidente Mauricio Macri. Ese es el límite en la interna que toma carrera a un año de las elecciones. Y que anota por estos días una iniciativa sin antecedentes: imponer una contienda de precandidatos antes de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias.
Es un plan que baraja el sector liderado por la dupla del ex diputado Hugo Ramírez y el ex candidato a gobernador Martín Turcumán, potencial fórmula para senador y diputado nacional. Con la venia de una línea directa porteña, embalan para confrontar en las urnas con el actual diputado nacional Eduardo Cáceres, quien naturalmente iría por la reelección en la banca por otros cuatro años.
En público nadie habla de candidaturas, por el pudor que imprime la lejanía del calendario electoral. Pero el recato se corrió a un lado cuando empezó a circular la combinación de Roberto Basualdo con Cáceres en fórmula para senador y diputado nacional. Claro, esto siempre y cuando hubiera acuerdo frentista entre ambos partidos.
La movida de la oposición interna macrista es dirimir el asunto primero puertas adentro del partido amarillo. Y recién después hablar de alianzas electorales con Basualdo o cualquier otro espacio. Medirse mano a mano con Cáceres, para que de esa votación surjan los nombres que pondrá en consideración el PRO en las PASO.
Desde el oficialismo partidario el rechazo a este planteo fue total. Una alta fuente del cacerismo advirtió que la carta orgánica no contempla una situación semejante y que la única instancia legal posible es ir a las PASO. Que entonces se anoten todos los afiliados que se sientan con aspiraciones. Y que defina la gente.
El sector de Ramírez pidió en Buenos Aires que el tema se arbitre directamente desde Nación. Que la convocatoria y fiscalización se haga desde la conducción que encabeza Humberto Schiavoni. Aseguran que tienen el visto bueno del secretario general del partido a nivel nacional, Francisco Quintana.
Fue un guiño en una conversación política paralela a la cumbre del Consejo Nacional del PRO reunido en San Juan el viernes 26 de agosto, según reveló una fuente calificada.
El planteo de ir a una interna antes de las PASO tendría, además, otra particularidad. De concretarse, pondría a Cáceres en el brete de elegir a un precandidato a senador dispuesto a acompañarlo en esa instancia, a sabiendas de que tendría que bajarse a posteriori para facilitar el acuerdo con Basualdo. Todo esto, siempre y cuando se impusiera en las urnas del partido el oficialismo y no la oposición.
El entendimiento con Basualdo goza de buena salud. Fue visible el viernes 26 de agosto, cuando el diputado nacional y el senador encabezaron la recepción política para el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en Santa Lucía.
Lo refrendó a viva voz el ex diputado José Peluc, una de las espadas del basualdismo, el lunes 12 de septiembre en Banda Ancha (Canal 13) cuando dijo: "La fórmula natural es Basualdo-Cáceres”. Toda una curiosidad, tamaña definición en boca de un referente del massismo.
Pero el sector de Ramírez, previa consulta en Buenos Aires, tiene todavía muchas charlas pendientes con Basualdo si llegara el caso de una eventual sociedad política. La prioridad está, para ellos, en la interna partidaria.
Además, el vínculo del basualdismo con el Frente Renovador sigue generando una mirada recelosa desde Buenos Aires. Ya en 2015 el PRO le exigió exclusividad a la mesa liderada por el senador y, ante la negativa, el acuerdo no prosperó hasta el balotaje, ya con Sergio Massa eliminado.
El entendimiento Basualdo-Cáceres, por otro lado, tiene algunas interferencias internas en el Frente Compromiso con San Juan. Mauricio Ibarra fue el primero en tomar distancia del PRO, ratificar su afinidad con el Frente Renovador y contestarle a Peluc que "hablar de candidaturas naturales es igual a dedocracia”.
También el bloquista Enrique Conti aseguró, días atrás, que "la única candidatura indiscutible” es la de Basualdo a senador. Para diputados nacionales quieren interna, donde Cáceres sea uno de los oponentes.
Todas estas conjeturas apuntan a las PASO. Nadie cuenta con la cita previa que quisiera gatillar el macrismo de Ramírez y Turcumán. Eso abriría un juego completamente distinto. Pero falta tanto todavía…