Después de que las autoridades detuvieran a tres sujetos sospechados por el robo al fiscal federal Francisco Maldonado, los investigadores se afianzan cada vez más a la hipótesis de que se trató de un robo al voleo. Es que según informaron fuentes allegadas, poco a poco pierde fuerza la teoría de que se trató de un hecho delictivo con la intención de dejar un mensaje mafioso.
Si bien los pesquisas de Robos y Hurtos no descartaron nada desde el principio, encontraron los argumentos suficientes en las pruebas recolectadas para creer que el golpe no fue planeado y que, de casualidad, los ladrones ingresaron al domicilio del funcionario de la Justicia Federal.
Una de las razones que sostienen los investigadores es que los delincuentes tienen antecedentes en ejecutar escruches, incluso dos de los detenidos fueron condenados hace unos pocos meses por ese tipo de delito y se encontraban en libertad luego de haber recibido una pena condicional.
Otra de las razones que respalda la teoría de los pesquisas es el modus operandi que los malvivientes adoptaron mientras estuvieron en el interior de la vivienda ubicada en el barrio privado Las Marías, en Rivadavia. Según se supo, no ingresaron al dormitorio del fiscal en busca de sus pertenencias.
La tercera razón que los investigadores encuentran está en las evidencias que recolectaron en los allanamientos donde aprehendieron a los sospechosos. Tras revisar las cámaras de vigilancia del lugar, observaron el movimiento de los sujetos y aunque no lograron identificarlos a través de sus rostros, lo hicieron por su ropa. El calzado, la vestimenta y una mochila fueron la clave para respaldar esa sospecha y complicar a los señalados como responsables del ilícito.
No obstante, una duda persiste en la instrucción del caso que es comandada por el juez del Tercer Juzgado de Instrucción, Guillermo Adárvez, y es la explicación que expone la defensa de los imputados. Es que el abogado que los representa negó que fueran sus clientes los que perpetraron el robo contra el funcionario del Ministerio Público de la Justicia Federal, ya que dejó entrever que sería extraño que -sabiendo que es la casa de una persona importante- no se hubieran llevado más cosas.
Es por ese motivo que en la investigación hay dudas, sobre todo por el historial de los tres sospechosos que aún no fueron indagados por el magistrado, Carlos Exequiel Landa, Mauricio Agustín Pérez y Alexis Rodríguez. Para la defensa, los sujetos que permanecen tras las rejas en la Central de Policía habrían caído por portación de nombre.
Por otro lado, fuentes vinculadas a la investigación confirmaron que, aunque no recuperan el botín con el que se alzaron los delincuentes, no resultó tan perjudicial para el hombre que condenó a narcos y represores, ya que las computadoras robadas le pertenecían a sus hijos y no a él. Es que se especulaba con que podrían contar con información valiosa y relacionada a sus funciones. Sin embargo, eso quedó descartado para la Policía.