El sujeto que fue acusado de abusar sexualmente de su propia hija fue condenado por la Justicia. Sin embargo, quien admitió la aberración frente al juez de Garantías no fue a parar a la cárcel, ya que fue castigado con tres años de prisión condicional -y no prisión efectiva-, es decir que purgará pena en libertad.
Las agresiones físicas del padre pervertido, cuya identidad no se puede publicar para proteger a la víctima y que la misma no sea reconocida, ocurrieron durante al menos un año, cuando le menor tenía 12 años. Es por eso que, cuando el caso fue denunciado, los fiscales de la UFI ANIVI que tomaron intervención formalizaron la instrucción y lo imputaron de abuso sexual simple agravado por el vínculo y la condición de convivencia.
La investigación avanzó y la causa fue elevada a juicio. Es por eso que este martes por la mañana se celebró la audiencia de juicio abreviado, en el que la defensa del acusado arribó a un acuerdo con el Ministerio Público y el castigo fue de prisión condicional. Es que el imputado reconoció los manoseos que perpetró con su hija y por ello le fijaron medidas coercitivas, entre ellas la prohibición de acercamiento con la niña y su madre.
Además, el magistrado que homologó el acuerdo y dictó la sentencia le ordenó reglas de conductas como pedir permiso para salir de la provincia y el país, al igual que mantenerse a derecho y cooperar con la Justicia cada vez que se lo requiera.