Como ya lo había anunciado Tiempo de San Juan, la situación de José Sebastián Castillo se complica todavía más con una nueva denuncia por abuso sexual en perjuicio de una paciente. Es por eso que estaba previsto que este lunes por la tarde se sumara a la causa que ya lo investiga, pero un imprevisto dejó la formalización -que es un hecho- en stand by. No obstante, trascendieron detalles de lo que es considerado por los investigadores como un modus operandi.
Según informaron fuentes allegadas, el enfermero que fue acusado de abusar sexualmente de varias pacientes habría perpetrado sus actos contra la integridad sexual bajo una misma mecánica y con un tipo de víctima similar. Acorde trascendió, justo en el momento en que le colocaba un inyectable a las denunciantes, llevaba adelante prácticas inapropiadas que vulneraba a las mismas, como por ejemplo les bajaba el pantalón hasta la rodilla cuando no era necesario.
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Los testimonios que se desprenden de las denuncias, Castillo se valía de la situación para realizarle masajes en los glúteos a las presuntas víctimas, al mismo tiempo que utilizaba vaselina para ello. Ese comportamiento y otros detalles hizo suponer a los pesquisas de la UFI del CAVIG, acorde lo manifestaron las fuentes, que incluso elegía con quién tenerlo. Es que las tres denunciantes tiene características similares, como la edad, pues todas tienen más de 20 años y presentaba un mismo estado de vulnerabilidad.
A la tercera de las presuntas víctimas hasta le habría intentado desabrochar el corpiño, cuando debía colocarle una inyección. Fue por ello que, cuando la joven conoció que otras dos mujeres lo habían denunciado, acudió a la fiscalía para radicar la denuncia. Esta misma no pudo ser formalizada esta tarde porque el imputado no pudo ser debidamente imputado, ya que la cédula de la audiencia llegó a su domicilio.
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Sin embargo, días atrás fue detenido con prisión preventiva por una causa similar, en la que también está involucrado un médico del Hospital de Pocito, donde el acusado desempeña funciones. A diferencia de la nueva sospecha y las otras dos que ya acarreaba, la presunta víctima es una mujer de más de 40 años. Por la gravedad del ataque sexual que habría propinado, en conjunto con Miguel Amado, el juez Eugenio Barbera los mandó al Servicio Penitenciario mientras se investiga.
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