Existe la certeza que hubo una discusión o pelea previa en el cumpleaños. Que después se encontraron en una esquina del barrio y ahí atacaron al changarín vallisto Eduardo Nazart Brizuela. Que le robaron algunas de sus pertenencias. Y que se usaron dos armas blancas con las que le infligieron seis puntazos, dos de ellos mortales.
Estos son los detalles reveladores y las pruebas que los investigadores de la UFI de Delitos Especiales y la Policía tienen hasta ahora contra los hermanos Cristian Jesús y Víctor Hugo Aballay, los presuntos atacantes y asesinos de Eduardo Brizuela el domingo último en Carpintería.
Ambos tienen antecedentes y cayeron el mismo día. Al primero lo detuvieron en el barrio Ceramista en Pocito. El otro fue apresado en el colectivo de la línea 260, en la intersección de Aberastain y 11, en la villa cabecera de Pocito, intentando escapar. Estaba junto con Luciano Alberto Valle, un amigo suyo, que ahora quedó imputado de encubrimiento.
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El asesinado. Eduardo Nazart Brizuela, la víctima.
A más de un día del asesinato, el fiscal Iván Grassi y el equipo de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos Especiales ya prácticamente armaron el rompecabezas alrededor de lo ocurrido esa mañana en el barrio Campo de Batalla. Los testimonios son coincidentes en afirmar que tanto Brizuela y los hermanos Aballay estaban en la fiesta de cumpleaños de 15 años de la hija de un vecino.
Allí supuestamente los Aballay increparon y quisieron golpear a un amigo de Brizuela. Esto desató el conflicto, supuestamente por simples rivalidades o la propia borrachera. Después, el ahora fallecido y el otro muchacho se retiraron de la fiesta y fueron a un almacén ubicado frente a la plaza.
Eran cerca de las 6 de la mañana, cuando aparecieron de nuevo los Aballay y encontraron solo a Eduardo Brizuela en la esquina, de acuerdo a la hipótesis de los investigadores. En esos instantes los dos hermanos se le fueron encima y empezaron a agredirlo. Fuentes judiciales señalaron que la víctima recibió seis heridas cortopunzantes: dos puntazos en la espalda, otro en el pecho a la atura del corazón –este fue el mortal-, un cuarto en el cuello, otro en el rostro cerca de un ojo y, un último, en una rodilla.
Por el tipo de heridas, el forense llegó a la conclusión que utilizaron dos armas blancas. Una puede ser el cuchillo que secuestraron y otra una punta que aún es buscada. También existe la certeza de que antes o durante del ataque, los Aballay sustrajeron la riñonera que cargaba Brizuela. Ese accesorio perteneciente a la víctima fue encontrado en un descampado detrás el barrio. Le faltaban algunas cosas y estaba manchado con sangre.
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El tercer detenido. Luciano Valle, el presunto encubridor.
Hay al menos seis testigos que confirmaron el incidente en el cumpleaños y el ataque de los Aballay a Brizuela en la calle, señalaron fuentes judiciales. Ahora bien, este martes en la mañana los dos hermanos serán trasladados a Tribunales a la audiencia de formalización. El fiscal Iván Grassi podría imputarles los delitos de homicidio y robo o también homicidio criminis causa. Esto último es, matar para encubrir otro delito, si se entiende que lo asesinaron para quedar impunes del robo. Otro que deberá comparecer ante el juez de garantías de turno es Luciano Alberto Valle, el tercer implicado. Aunque este afronta una imputación mucho más leve, la de presunto encubrimiento.