A quienes no la conocían, les decía que trabajaba cuidando enfermos. En compañía de su novio se mostraban como una pareja seria que buscaba irse a vivir junta. Pero ese era el señuelo con el que convencían y alquilaban departamentos amoblados, pero por detrás, tenían otras intenciones. Ella era una ladrona y él su cómplice. A los días de alquilar, se llevaban parte del mobiliario y los artefactos, y desaparecían.
Esta es la historia de la ladrona sanjuanina y su novio que embaucaron con ese cuento a dos familias en 2021. Ella se llama Daniela Bedsabé Carrasco y su pareja, Leonardo Orihuela. No se sabe sí cometieron otras maniobras similares, pero la jueza María Carolina Parra los procesó por el delito de hurto simple –dos hechos- en el Segundo Juzgado Correccional y envió al penal a la mujer de 31 años. El hombre continúa en libertad porque no contaba con antecedentes y tenía domicilio fijo.
Daniela Carrasco continuará presa y en la cárcel provincial en razón de que no cuenta con domicilio fijo, además no tiene trabajo y existe peligro de fuga. Hay versiones de que la mujer era trabajadora sexual, pero no se le conoce oficio ni actividad, dijeron en la Policía. Su nombre se hizo conocido a mediados de octubre cuando cayó apresada por una de sus víctimas en la avenida Hipólito Yrigoyen y calle Argentina, en Santa Lucía.
Daniela Carrasco, presunta ladrona
La presunta ladrona. Esta es Daniel Carrrasco. Actualmente se encuentra alojada en el penal de Chimbas.
Quien la detuvo fue la abogada María Figueroa, quien buscaba a Carrasco desde los primeros días de septiembre del 2021. La letrada maneja negocios inmobiliarios y el 1 de agosto de ese año alquiló a esa chica y a su novio un departamento totalmente amoblado en calle Brasil, en Capital. El contrato estipulaba que debía pagar 2500 pesos por día. La pareja cumplió con los primeros pagos, pero luego empezó a atrasarse. Hasta que a mediados de agosto directamente dejó de pagar.
El 2 de septiembre, la abogada fue a buscar a la pareja al departamento y no los encontró. No sólo eso, descubrió que estaba prácticamente vacío. Se había llevado la heladera, un televisor, un decoder, el aire acondicionado, la mesa y las sillas, la cama de dos plazas con el somier, dos placares, incluso la vajilla y las cortinas de baño, entre otras cosas. Fue ahí que hizo la denuncia.
Leonardo Orihuela Sánchez
El supuesto cómplice. Este es Leonardo Orihuela Sánchez. Fue procesado, pero sigue en libertad, según fuentes judiciales.
Para el 27 de agosto, Carrasco y su pareja ya había alquilado otro departamento amoblado en la calle San Lorenzo, Santa Lucía. También abonaban por día y, al igual que en el otro caso, dejaron de pagar a las semanas. Ahí no lograron a llevar muchas cosas porque la dueña –de apellido Quiroga- empezó a insistirles que devolvieran el departamento y aparentemente no tuvieron tiempo para vaciarlo. De todas formas, se llevaron un televisor Led. Ese hecho fue denunciado en la Policía a fines de septiembre.
La jueza Parra pidió la detención de la pareja. Pero fue la abogada Figueroa la que detuvo a Carrasco a mediados de octubre. Se la cruzó por casualidad en la calle, en el centro capitalino. La presunta ladrona la saludo amablemente. Hubo un primer cruce y pedidos de explicaciones.
La sospechosa dio excusas y pidió a la abogada que la acompañara a buscar a su novio, para arreglar todo. Así fue que caminaron hasta Hipólito Yrigoyen y calle Argentina, pero la ladrona intentó escapar en un remis. Ahí fue que la letrada impidió que huyera, luego forcejearon y finalmente llegó una patrulla policial que llevó presa a Carrasco. Días después detuvieron a su pareja, Leonardo Orihuela.
La jueza Parra dio por acreditadas las dos maniobras ilícitas y procesó a Daniela Carrasco y a su pareja por el delito de hurto simple, en dos hechos. En el caso de la mujer, resolvió mandarla al penal de Chimbas por el peligro de que se dé a la fuga.