Testigos que sitúan al único detenido en el lugar del crimen el mismo martes a la tarde, ropa y un cuchillo con manchas de sangre y una frase que lo complicaría: “Ya me tenía cansado”, revelaron fuentes del caso TIEMPO DE SAN JUAN. Estas serían las pruebas que ponen entre las cuerdas al expolicía Edgar Roberto “Muñeco” Fonseca en la relación al asesinato de su primero hermano Leónidas Ángel “Leo” Fonseca; además de un trasfondo familiar lleno de disputas por una vieja infidelidad y la tenencia de unas tierras heredadas de sus abuelos.
Así es el entramado detrás del crimen que conmociona al poblado iglesiano de Bella Vista y que tiene como víctima y victimario a dos primos hermanos. A horas del hecho, se conocieron más detalles del caso que tiene como único sospechoso a Edgar Roberto Fonseca, de 58 años y excabo primero de la Policía de San Juan. El muerto era Leónidas Ángel Fonseca, un chacarero que vivía en la finca donde lo encontraron sin vida, y con una herida punzante en el tórax, el martes alrededor de las 17.30.
Aunque el fiscal Alfredo Soha Aballay no hizo declaraciones públicas, fuentes de la investigación explicaron que fue una pareja que pasaba por ese callejón situado en la entrada de la finca de los Fonseca quien encontró al cadáver. Aclararon que el cuerpo de “Leo” Fonseca, de 40 años, estaba tendido boca abajo al costado de una acequia y no dentro de ese cauce, como se dijo al principio.
Testigos ubicaron al “Muñeco” Fonseca en la escena del crimen y su testimonio, junto a las prendas y el cuchillo con sangre secuestrados en su casa, lo comprometen en la causa.
No tenía signos vitales y se veía sangre, fue por eso que la pareja llamó a la Policía. Los primeros policías de la Comisaría 22da que llegaron al lugar constaron la existencia de sangre y ante la sospecha de estuvieran frente a un crimen o un accidente avisaron de inmediato a sus superiores y al fiscal de turno de la UFI Norte. Más tarde fue el propio médico legista el que certificó que aquello era un asesinato. La víctima presentaba una herida cortopunzante en el tórax, a la altura del corazón, confirmaron un investigador judicial.
Los policías de la brigada de la UFI Norte hasta mientras ya habían recolectado algunas pistas, como que el “Leo” Fonseca vivía solo en la casona de la finca familiar, que sus hijos lo iban a ver de vez en cuando, que poseía un fuerte carácter que era difícil de llevar y tenía problemas hasta sus propios familiares, en especial con el “Muñeco” Fonseca, confió un alto funcionario. El conflicto personal con este primo hermano fue lo que más resaltaban quienes conocen a ambos, dado que se odiaban y no se podían ver, aseguraron.
Un tío de ambos declaró que ese día vio a Leónidas y Edgar discutiendo e insultándose mutuamente, según contaron fuentes del caso.
Esa pista llevó a que los pesquisas pusieran la mirada sobre el “Muñeco” Fonseca. Por otro lado, surgió el testimonio de un tío de ambos que contó a los investigadores con un rato antes de la hora estimada del crimen presenció una discusión entre Leónidas y Edgar en la que se insultaron mutuamente. Este dato hace sospechar que ese fue el desencadenante del hecho de sangre del martes a la tarde.
Por otro lado, hay vecinos que declararon que vieron al “Muñeco” Fonseca entrar y salir por ese callejón de la finca, de modo que eso lo situaría en la escena del crimen. A partir de este y los otros datos, los policías de la UFI y el fiscal Aballay pidieron la orden de detención contra el sospechoso y el allanamiento en su domicilio.
El operativo se concretó cerca de medianoche, momento en que detuvieron al “Muñeco” Fonseca. Una fuente del caso contó al hombre se lo veía tranquilo y no confesó, pero dijo: “Ya me tenía cansado”. En su casa secuestraron la ropa que vestía la tarde del martes, según la descripción que dieron los testigos, y un cuchillo, aseguraron. Un funcionario señaló que en esas prendas y el arma blanca habrían encontrado machas que se correspondería a restos de sangre. Hasta el momento, el sospechoso se encuentra detenido en Jáchal.