La fiscal Susana Muscianisi resolvió formalizar la imputación por un hecho puntual, en el marco de lo que fuentes judiciales calificaron como una causa de “megaestafas”. Según informó el diario Los Andes, el Ministerio Público Fiscal manifestó que las restantes denuncias serán incorporadas de manera progresiva a medida que se analicen las pruebas reunidas.
Del total de presentaciones, al menos seis corresponden a fiestas de egresados, con un universo estimado de 100 víctimas por cada evento, entre estudiantes, familiares y docentes. También se contabilizan reclamos por cumpleaños de 15, casamientos y celebraciones de fin de año que no se realizaron o se concretaron en condiciones muy inferiores a las prometidas.
Morales fue detenido el jueves pasado en Rivadavia, San Juan, durante un operativo conjunto entre la Policía de Mendoza y efectivos sanjuaninos. Fuentes del caso indicaron que el acusado intentó escapar al advertir la presencia policial. Durante el procedimiento se le secuestró un arma de fuego, dos vehículos y un teléfono celular, elementos que quedaron a disposición de la Justicia.
Ese mismo día, y horas antes de su captura, el empresario había enviado un mensaje a sus clientes en el que aseguraba que la empresa “continuaba funcionando con total normalidad” y prometía dar “una solución” a los eventos cancelados o reprogramados. Sin embargo, con el correr de las horas dejó de responder llamados y mensajes.
La investigación sostiene que Morales promocionaba su empresa a través de redes sociales, ofreciendo paquetes de catering y organización de eventos a precios bajos. En algunos casos cumplía con lo pactado, estrategia que —según los investigadores— le permitió ganar confianza y ampliar su red de víctimas. También figura la utilización de la razón social Iris S.R.L. y la existencia de una firma similar en San Juan.
Según las denuncias, Morales trabajaba con distintos salones de eventos de Mendoza, entre ellos Finca Dorada, Quinta La Bancaria y el Salón Balear, los cuales no tendrían vínculo con la maniobra: el acusado alquilaba los espacios como cualquier cliente, mientras vendía fechas que luego no podía o no pensaba cumplir.
Los damnificados relataron desde servicios incompletos -como caterings mínimos para cientos de personas- hasta la ausencia total de los eventos pese a pagos millonarios. En uno de los casos, una familia aseguró haber entregado cerca de 10 millones de pesos para un cumpleaños de 15 que nunca se concretó.
Uno de los episodios más conmocionantes fue el denunciado por los padres de dos gemelas que debían festejar sus 15 años el pasado 20 de noviembre. Mónica, la madre de las jóvenes, relató que esa tarde comenzaron las alertas cuando un proveedor le informó que no podía ingresar al salón porque no había nadie. Morales no atendía el teléfono y luego envió una foto de un supuesto accidente que, más tarde, comprobaron que era una imagen antigua.
Al llegar al lugar, la familia se encontró con un escenario desolador: sin decoración, sin mesas, sin mozos y sin cocinas en funcionamiento. “No había nada. Solo silencio”, describieron.
Otra de las denuncias que destapó el escándalo fue la de los egresados de la escuela rural N.º 4-215 “Buenos Vecinos”, de Colonia Segovia. Los 29 alumnos viajaron cientos de kilómetros para una fiesta que terminó en caos. El contrato incluía banquete, filmación, cabina de fotos, túnel de neón y mesa dulce, pero la realidad fue muy distinta.
Según relató Rebeca, madre de una de las alumnas, el día del evento apenas se sirvieron “cinco bandejas de pizzetas” y gaseosas calientes. Al ingresar a la cocina, encontró apenas cinco kilos de carne cruda, 12 chorizos, 20 masitas dulces y dos helados para celíacos para más de 200 personas.
Morales fue trasladado a Mendoza y quedó alojado en una dependencia del Servicio Penitenciario provincial. La Fiscalía confirmó que la investigación se encuentra en una etapa inicial y que las imputaciones se ampliarán en las próximas semanas conforme avancen las pericias.