Ni las cámaras de seguridad podían creer lo que estaban registrando. En plena madrugada, un hombre con aspiraciones delictivas se acercó sigilosamente a un comercio abierto las 24 horas con la clara intención de entrar sin permiso. El objetivo: atravesar las rejas. El objetivo: su panza.
El sujeto intentó colarse entre los barrotes con la destreza de un acróbata... pero el único espectáculo fue verlo luchar, sin éxito, contra la estrechez del paso. Después de varios intentos fallidos y contorsiones dignas de un circo pobre, el aspirante a ladrón comprendió que no había dieta exprés que lo salvara en ese momento y decidió retirarse dignamente. O al menos, tan dignamente como alguien que quedó encajado en una reja puede hacerlo.
Las imágenes del frustrado "golpe" se difundieron rápidamente en redes sociales, donde no faltaron los chistes, memes y comentarios del tipo.
Por suerte, el local no sufrió daños ni pérdidas materiales. Solo quedó el recuerdo de un intento de robo que terminó siendo una clase magistral de cómo no meterse en problemas... si no pasás por la reja.
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