Un joven electricista fue condenado este viernes a 6 años de prisión por la violación contra una chica. Una juez lo encontró culpable por haberse aprovechado de su amiga que estaba alcoholizada y de violarla mientras esta dormía. Hasta que la sentencia no quede firme, él continuará en libertad.
Así lo dispuso este viernes la jueza Carolina Parra, quien castigó a Santiago Daniel Cáceres Oviedo a una pena de prisión efectiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal. Los abogados Nicolás Gómez Camozzi y José Luis Guidet Montilla hicieron reserva y seguramente apelaran el fallo condenatorio, dado que en las audiencias del juicio oral y público realizadas en Tribunales siempre sostuvieron la inocencia del joven de 25 años.
La causa fue investigada e impulsada por la fiscal Adriana Ginestar y se remonta a septiembre del 2024. La víctima denunció ese día que sufrió un ataque sexual por parte Cáceres Oviedo, que en ese entonces era su amigo. El hecho sucedió en la noche del 15 de ese mes, después de que ella concurrió al departamento del electricista y compartieron unas cervezas.
La joven le escribió y le dijo que quería hacer algo porque estaba aburrida, entonces él la invitó a su vivienda en Capital. Allí había un encuentro familiar y la muchacha se sumó a la reunión, donde tomaron varias cervezas hasta que todos se retiraron, según la acusación fiscal.
Los dos quedaron solos y la víctima ya se encontraba alcoholizada. Eso fue a las 21.30. La chica recordó que se encontraba sentada en la punta de la cama, mientras que su amigo estaba en una reposera. El lugar es un mono ambiente y charlaron hasta que ella se durmió.
Según el relato de la víctima, más tarde despertó cuando sintió que Cáceres le pasaba la mano por el abdomen. En ese momento observó que éste tenía el celular frente a ella y como que la estaba filmando. Más se sorprendió, cuando notó que estaba desnuda de la cintura para abajo. Después de eso, la chica se retiró de la casa de Cáceres Oviedo y más tarde radicó la denuncia en la UFI CAVIG, en compañía de sus familiares.
La muchacha aseguró que no existió una relación sexual consentida y que esa misma noche le preguntó al joven qué pasó. “¿No te acordás?”, le respondió su amigo. En otro mensaje él le dijo: “La culpa la tuvo el alcohol”. Para la defensa, fue ella quien llamó al muchacho y fue a su casa, y esa noche tuvieron sexo de común acuerdo.
Fuentes judiciales señalaron que el informe médico dio crédito a la versión de la joven, puesto que certificó que presentaba lesiones en sus genitales y que eran compatibles con la de un ataque sexual. La prueba de ADN, además, confirmó que encontraron el perfil genético del ahora condenado en unas muestras. Por otro lado, el estudio toxicológico reveló que la chica tenía intoxicación etílica y eso la puso en condición de indefensión. El informe psicológico también resaltó que ella presentaba indicadores de haber sufrido un ataque sexual.