El jubilado y metalúrgico Eduardo Molina fue brutalmente asesinado en marzo de este año. Por este macabro hecho en Santa Lucía, dos personas quedaron en la mira: José Luis Salinas, el autor principal, y Rubén Pereyra. El Ministerio Público Fiscal a cargo de Adrián Riveros actuó rápido. Las pruebas recolectadas complicaron cada vez más la situación de Salinas y después de 6 meses, este hombre admitió que asesinó a don Molina y recibió la pena de 23 años de prisión efectiva, por el delito de homicidio en ocasión de robo.
Este hombre aceptó ir a juicio abreviado luego de varias idas y vueltas. Salinas planteó esta solución alternativa hace meses, pero recién ahora ha sido concretada. Tiempo de San Juan, a pocos días de ocurrido el crimen, anotició que se podía dar esta posibilidad del llegar a un abreviado. Fuentes judiciales informaron que Salinas no lo quería aceptar por la cantidad de años.
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El tribunal colegiado que participó en este juicio fue presidido por el juez Alberto Caballero y como vocales lo hicieron, María Gema Guerrero y Diego Sanz. La UFI N°3 de Delitos Especiales incluida por el fiscal Adrián Riveros; los ayudantes fiscales Sebastián Gómez, Emiliano Pugliese y la ayudante María Agostina Zalazar.
Con respecto al imputado Pereyra (no estuvo presente en la audiencia), la fiscalía dio a conocer que no se han hallado pruebas en su contra. Es más, su geolocalización (ubicación de su celular) al momento del asesinato era en su casa; es decir, que no estaba cerca de la casa de Molina.
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Cabe aclarar que Pereyra sigue imputado en la causa y que todavía la investigación contra él no concluyó. Se encuentra en libertad cumpliendo con diferentes medidas de coerción.
La querella representada por Ailen Juri Albarracin estuvo disconforme con este acuerdo, pero no se opsuo al mismo. La letrada considera que el homicidio ocurrió en criminis causa, es decir que cometió este asesinato para ocultar el robo. " Actuó con mucha violencia, su intención siempre fue la misma, lo conocía a Molina".