El 4 de abril de este año, el juez Penal de Niñez Jorge Toro sentenciaba a 10 años de prisión a Ángel Gabriel Morales por asesinar a la joven zondina Talía Recabarren, el 16 de junio de 2016. Sin embargo, la Sala Segunda de la Corte de Justicia revisó el fallo y decidió agravar la pena para el femicida con 16 años de condena, tras considerar la resolución del magistrado "arbitraria, irrazonable y desproporcionada".
Así, la pena para uno de los asesinatos que conmocionó a San Juan se agravó seis años tras la respuesta del máximo tribunal al recurso de casación que interpuso la Fiscalía encarnada por la subrogante Gladys Capdevila (en reemplazo de Adolfo Díaz), quien solicitaba una revisión del monto de la pena impuesta.
En el reclamo de la representante de Ministerio Público cuestionaba uno de los argumentos que ofreció Toro para su decisión, en el que señalaba un tratamiento tutelar positivo. La fiscal aseguró que nunca se logró la finalidad del mismo, pues luego de cumplir con la internación fue detenido por amenazas. Por la naturaleza violenta del hecho, pidió 25 años, aunque este monto no fue considerado por la Casación.
Para los miembros de la Sala actuante -Adriana García Nieto, Daniel Gustavo Olivares Yapur y Juan José Victoria- la escala penal reducida que aplicó el juez, más benigna y la mínima posible, no resulta obligatoria solo por el hecho de que se trate de un menor de edad por lo que indicaron que el monto de pena tuvo una errónea aplicación.
Es por ello que por ser considerado responsable del delito de homicidio agravado por la relación de pareja y por la violencia de género, Morales deberá extender su estadía tras las rejas en el Servicio Penitenciario.