El 24 de diciembre del año pasado, un psicólogo del Servicio Penitenciario fue detenido por la Policía después de que una compañera trabajadora social -y entonces pareja- lo acusara de atacarla con un cuchillo y de causarle cortes en sus brazos. Casi un año después del hecho que convulsionó la víspera de la Noche Buena, la jueza que intervino en el caso procesó al denunciado aunque sin prisión preventiva.
La titular del Segundo Juzgado Correccional, Ana Carolina Parra, decidió procesar a Adrián Ezequiel Ochoa por lesiones leves agravadas por el vínculo y daño en perjuicio de la denunciante, quien escapó de su casa de Rivadavia y acudió al rescate de un uniformado que la contuvo y aprehendió al sindicado como violento.
Acorde a la denuncia radicada en comisaría, el profesional de la salud con tareas en el Penal de Chimbas la estaba golpeando, incluso le había hecho varios cortes en los brazos, cuando pudo escapar de su domicilio para pedir ayuda. Con la atención de los vecinos del lugar, entre ellos un efectivo de civil, la joven de 26 años fue calmada hasta que el acusado apareció. Visiblemente ofuscado, intentó acercarse a la mujer pero el oficial presente intervino en el cuadro y lo redujo.
El psicólogo fue llevado a la Seccional 13º, mientras que la damnificada fue trasladada a la Comisaría de la Mujer para sentar la denuncia por violencia de género, la que inició la causa que en estos días obtuvo un fallo en primera instancia. Aunque se encuentre en libertad, será sometido a un proceso judicial que pondrá en discusión su accionar ya sea en un juicio abreviado o en uno oral y público.
A nivel laboral, el hombre que permaneció unos días tras las rejas fue sumariado y suspendido de su cargo en el centro de detención, donde asistía psicológicamente a los internos del Penal. Por su parte, desde el Colegio de Psicólogos se desconoce si se aplicará algún tipo de sanción, dada la importancia y el alcance que su profesión representa.