En plena discusión por la contratación de servicios extranjeros en proyectos mineros sanjuaninos, un referente del sector minero y vicepresidente de la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (CAPMIN) pasó por San Juan y fijó su posición sobre el tema: prioridad a los argentinos, pero sin caer en la picardía criolla que termina encareciendo la minería.
“La minería no tiene que ser ni cerrada ni cercada. Si cerramos tanto el círculo que sólo pueden entrar los que tienen una ventaja legal o territorial, vamos a terminar pagándolo caro. Y si abrimos todo sin control, no se va a desarrollar nada acá. Hay que encontrar el punto medio. Y para eso, hay que dejar de lado las avivadas y empezar a discutir en serio”, dijo Matías Baglietto respecto a un debate que está en plena ebullición.
Punto de equilibrio
Desde San Juan, donde la minería de cobre se proyecta como una de las grandes apuestas del país, desde hace un tiempo se ha encedido la polémica por las contrataciones chilenas que esta haciendo Vicuña, la minera que integra los proyectos Josemaría y Filo del Sol. Ante la consulta de Tiempo de San Juan, el referente minero y vicepresidente de CAPMIN, llamó a buscar un punto de equilibrio. Dijo que no se trata de cerrarle la puerta a los proveedores internacionales, sino de ordenar prioridades con criterio.
“No estamos en contra de que vengan proveedores de Chile si se trata de servicios muy específicos que no se consiguen en Argentina. Pero si lo que se terceriza se podría hacer acá, con proveedores locales, hay que discutirlo”, dijo. “Hay servicios muy específicos que Chile puede ofrecer mejor, tienen cien años de minería encima. Pero no puede ser que todo se tercerice afuera cuando acá tenemos empresas con capacidad”, sostuvo.
Competir, sin "avivadas"
Baglietto dijo que hay que priorizar lo local, pero también hay que sentarse a discutir los números. “No se puede competir cuando algo sale tres veces más barato en Chile. Tenemos que hablar de impuestos, de estructura de costos, y de cómo podemos evitar quedarnos afuera”, indicó reforzando la idea de que en la industria minera no alcanza con ofrecer solo cercanía geográfica o que el proveedor sea de acá.
En ese punto, el empresario destacó lo que considera uno de los principales problemas del sector: la viveza local. “Muchas veces escuchamos: ‘yo soy sanjuanino, o argentino, me tienen que contratar a mí’. No, no funciona así”, dijo. Agregó que hay que ganarse el contrato por capacidad, por precio, por propuesta, para evitar que se generen círculos cerrados que luego encarecen los proyectos y termina perjudicando a la industria minera.
Leyes de "compre local"
En ese sentido, advirtió que hay que tener cuidado con las leyes provinciales de compre local, pensadas para proteger al proveedor de la provincia, pero que en la práctica “terminan siendo un obstáculo”.
Según Baglietto, cuando la normativa obliga a comprarle siempre a los mismos, el sistema se vuelve ineficiente y, lo que es peor, ahuyenta inversiones. “Pasó con Lama, pasó con Potasio Río. Tenemos que aprender de esos errores. No podemos repetirlos justo cuando tenemos la oportunidad de desarrollar en serio la minería del cobre en Argentina”.
El esquema que propone CAPMIN se basa en anillos de prioridad para los contratos de bienes y servicios de la industria minera: primero, la comunidad local; luego, la provincia; después, lo nacional. Y recién ahí, lo extranjero. Pero con una condición innegociable: que todos compitan en condiciones razonables y sin atajos.