El cumpleaños de Matilda Salazar, hija de Luciana Salazar, tuvo todos los condimentos de una fiesta de alto perfil. Aunque la menor cumplió años en diciembre, la celebración tuvo lugar el sábado 22 de marzo, con una fiesta organizada por su madre en un exclusivo salón de eventos. Con temática de dibujos animados, juegos para chicos, dulces, celebridades del mundo del espectáculo y una gran ambientación, el festejo combinó lo íntimo con lo mediático, y fue un retrato más de cómo conviven ambas dimensiones en la vida de la modelo y su hija.
La elección del día no fue casual. Aunque Matilda cumplió 8 años el pasado 15 de diciembre, la fiesta grande se aplazó más de tres meses. Según reveló Luciana Salazar, uno de los principales motivos fue que el salón elegido por su hija no tenía fechas disponibles durante el mes de diciembre.
BEQ524IT2NERDNUDP6LBFWFDLQ.avif
WVWHN4SUEBFV5BV77QJHD33RDQ.avif
H47KKWJJFNFVJB4O7GN5SWJFPE.avif
El lugar, conocido por su exclusividad, ya había sido elegido previamente por Barby Franco para el cumpleaños de su hija Sarah. El espacio fue completamente ambientado con la temática de “Melody”, uno de los dibujos animados favoritos de Matilda. La decoración incluyó globos, peluches, juegos inflables y una calesita, que transformaron el salón en un universo de fantasía para los más chicos.
Otro detalle que incidió en la postergación de la fiesta fue el perfil internacional del entorno escolar de Matilda. “Muchos de sus compañeritos del colegio son extranjeros y no estaban en diciembre”, explicó Salazar en una entrevista. Por eso, la familia prefirió esperar hasta marzo para poder garantizar una mayor asistencia de amigos cercanos.
La protagonista de la noche lució un vestido rosa estilo princesa, con falda de tul, brillos y transparencias en la parte superior, que combinó con sandalias del mismo color con strass. Más tarde, Matilda cambió su atuendo por un vestido corto con mangas de tul y detalles dorados, al que sumó unas extensiones de pelo en forma de coletas “bubble” teñidas de rosa.
Luciana, fiel a su estilo, eligió un minivestido blanco de encaje, ceñido al cuerpo. Madre e hija posaron juntas en varias de las fotos que circularon del evento, y se mostraron sonrientes y cómplices durante toda la celebración.
IU6IDFOA6BDA7OQQBENKOSFNTY.avif
G4OREBCE5BAKFLS7R7XM2LOF7A.avif
NEUUNBVB5RH6HEKIQ5KTSQ5LQM.avif
GHOHKFJORFADTBCM7KLOYIADVM.avif
La fiesta incluyó una amplia variedad de juegos didácticos y recreativos para los más chicos. Desde inflables hasta actividades temáticas, el objetivo era claro: que ningún niño se aburriera.
La comida fue otro de los puntos destacados. Hubo distintas estaciones gastronómicas con opciones variadas y, hacia el final de la noche, se sirvió helado como postre. La torta, uno de los momentos esperados por todos, también tuvo su cuota de sorpresa: Matilda la eligió decorada con los colores de la ambientación, y fue presentada en medio de una coreografía de luces y música, con la niña saliendo desde adentro de una estructura con la forma de un pastel y generando un aplauso unánime entre los invitados.
Matilda-Salazar-1-scaled.jpg.webp
Matilda-Salazar-jugando-scaled.jpg.webp
Matilda-Salazar-con-amigos-2-scaled.jpg.webp
Matilda-Salazar-con-amigos-5.jpg.webp