La China Suárez quedó envuelta en el escándalo entre Wanda Nara y Mauro Icardi. La actriz fue nombrada como "la rompe hogares" luego de mandarle mensajes al jugador de fútbol. En el descargo que ella hizo, admitió haber sido engañada por el marido de la empresaria pero su nombre quedó manchado.
Luego de los turbulentos días que vivió, decidió volver antes al país por un pedido de su hija Rufina. La menor expresó que extrañaba mucho a su padre y le pidió a su mamá volver a Argentina para poder pasar tiempo con él. La China habiendo finalizado sus proyectos laborales en España, accedió y regresó.
La ex de Benjamín Vicuña había pedido salir por una puerta no tan concurrida para no tomarse con la prensa, pero las autoridades del aeropuerto no se lo permitieron y tuvo que salir por la puerta principal. Como era de esperarse, la esperaban muchos noteros pero ella decidió callar.
La modelo abandonó el establecimiento y sus hijos fueron distribuidos en varios autos ya que había amigas de ella que la estaban esperando para hacer lo más rápido posible. Se la podía ver con los tres niños y muchas valijas ya que su viaje implicó un par de meses.
Con gorro y barbijo trataba de pasar lo más desapercibida posible, pero ya se sabía su llegada, por lo cuál los medios estaban más firmes que nunca. Ante las preguntas se mostró indiferente y siguió caminando hacia el vehículo.