Mandie Stevenson, de 28 años, planeaba un viaje a Nueva York con su novio, pero al rellenar el cuestionario para entrar a Estados Unidos, tuvo el acto fallido más grosero de su vida: marcar la casilla “soy terrorista”.
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SUSCRIBITEMandie Stevenson, de 28 años, planeaba un viaje a Nueva York con su novio, pero al rellenar el cuestionario para entrar a Estados Unidos, tuvo el acto fallido más grosero de su vida: marcar la casilla “soy terrorista”.
Mientras rellenaba el formulario en línea denominado Sistema Electrónico para la Autorización de Viajes (ESTA) por sus siglas en inglés, se encontró con esta pregunta:
“¿busca participar o alguna vez ha participado en actividades terroristas, espionaje, sabotaje o genocidio?”
Obviamente, hasta el terrorista más empedernido marcaría NO, pero Mandie contesto por error SI.
Al principio no se dio cuenta del error hasta que su solicitud fue rechazada unos días después. A fin de corregir su error, tuvo que ir a la embajada de Estados Unidos en Londres varias veces para tratar de convencer a los funcionarios que no era una amenaza para la seguridad.
Luego de insistir mucho y pagar una multa de unos 400 dólares, le fue entregada una visa regular. (Si fuera sudaca como nosotros…olvídate de la VISA…gato)
La joven es paciente de cáncer y el viaje tan anhelado Nueva York es uno de sus muchos deseos.
Por otra parte, algunos medios critican a Estados Unidos por esta clase de preguntas pues dicen que una persona que de veras fuera terrorista jamás contestaría que sí.
Simon Calder (se supone alguien importante), editor de viajes del periódico británico The Independent, dijo que esa pregunta en el formulario es “completamente inútil”.
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